The Last of Us (HBO) Episodio 3 | Una historia de amor en mitad del caos

The Last of Us

El tercer episodio de The Last of Us (HBO) es un capitulo que ha causado mucha polémica debido a sus claras diferencias con el videojuego. No obstante, muchos y muchas consideramos que ha sido un episodio valiente, decidido y que mejora y con mucho al material original. En este artículo quiero exponer mi opinión acerca de los límites entre ser fiel a una adaptación e ir más allá de la obra original. En mi caso, soy partidario de que exista un equilibrio puro entre ambos. De esta forma se consigue una buena sinergia para sorprender a los espectadores que ya jugaron a The Last of Us y también a quienes no saben absolutamente nada del título de Naughty Dog.

¿De qué trata The Last of Us? Cada persona tendrá una opinión diferente, pero creo que está claro cuáles son las intenciones del estudio norteamericano. De hecho, Neil Druckmann ha comentado en varias ocasiones el enfoque detrás de su obra magna. Ese no es otro que el amor y la búsqueda de la felicidad en mitad del caos. La historia de Joel y Ellie no es una en la que los infectados, el apocalipsis, las vísceras y el gore son los protagonistas. En absoluto. Esta es una trama de amor, una narrativa que nos cuenta como dos personas que se sentían solas encuentran apoyo en el resto.

Mucho, mucho tiempo, es un capítulo excepcional y creo que expone el enfoque de The Last of Us aún mejor que la parte de la trama que adapta. La historia de Bill, en la que entraré con más profundidad más adelante, es una de soledad, clausura, introversión, pero que, con la persona adecuada, su mundo comienza a brillar. El amor, la vida, los pequeños placeres… todo eso es lo que nos da salsa a nuestro día a día. Ahora bien, ¿y en un apocalipsis? En medio de un mar de horror, si no hay un propósito, ¿para qué seguir vivos? Eso es The Last of Us y la serie de Craig Mazin y Neil Druckmann lo está representando de forma excepcional.

La búsqueda de la felicidad entre un mar de horror

The Last of Us

The Last of Us (HBO) está recibiendo unas críticas absolutamente maravillosas dada su evidente calidad. Su plantel de actores y actrices encabezado por Pedro Pascal (Joel Miller) y Bella Ramsey (Ellie) es brillante y los valores de producción son una verdadera pasada. Ya vimos como el primer y segundo capítulo nos cautivaban con unas historias llenas de acción, suspense y horror. Ahora bien, en mitad de toda esa vorágine de horror y desgracias, ¿por qué no representar una bonita historia de amor gay para demostrar que nunca hay que perder la esperanza? Eso es el tercer capítulo de la serie, una historia introspectiva, pausada, tranquila, reflexiva y que invita al espectador a ver una historia de romance excepcionalmente bien contada.

Bill y Frank, la pareja protagonista, protagonizados por Nick Offerman y Murray Bartlett demuestran ser el espejo que refleja todo lo que significa The Last of Us. No estamos solo para ver violencia y sangre, estamos para ver personas que, aunque todo parezca perdido, quieren un poco de luz en medio de la oscuridad. Esta representación está absolutamente bien plasmada a través de sendos personajes. Bill, por un lado, es maníaco, no cree en nada ni nadie y antes del apocalipsis ya era rehacío en confiar en cualquiera. No obstante, Frank es el lado opuesto. Es un hombre romántico, tierno, inocente y que busca sacar lo mejor de las personas que están a su alrededor.

La historia de ellos dos se construye a fuego lento, pero se agradece enormemente. En tan solo 1 hora y 18 minutos te saltan las lágrimas con un poderoso final dirigido con maestría y te llena de sonrisas en su mitad de acto repleto de momentos genuinos. Entre ellos destaco la escena en la que Frank, tras comerciar con Tess y Joel, intercambia una pistola por unas semillas de fresa. Allí, Frank le da una sorpresa a Bill mostrándole los frutos de ese sembrado: unas hermosas y resplandecientes fresas rojo pasión. Bill y Frank, compartiendo ese manjar, nos demuestran con mucha más fuerza que una tonelada de cadáveres, lo crudo que se ha vuelto el mundo. Unas simples fresas, eso es lo único que les ha hecho falta para llorar de alegría. Romántico, pero al mismo tiempo, devastador.

Yendo más allá del material original

Muchas personas han criticado el tercer capítulo de The Last of Us (HBO) por ser muy diferente de la parte que trata de adaptar del videojuego. En el título de PS3, Bill es un personaje similar, pero muy distinto en las decisiones que toma con respecto a la serie. Al contrario que la obra de HBO, Bill no decide quedarse con Frank y vivir su vida de forma feliz y pacífica con el amor de su vida. Al contrario, las desavenencias entre ambos hacen que Frank decida separarse de él porque no puede soportar las obsesiones de Bill. Éste último, a diferencia que la serie, es mucho más rudo, crudo, egoísta y solitario. No le teme a nada ni nadie, pero tampoco ama a nada ni nadie. Tiene algunas interacciones interesantes con Joel y Ellie, pero más allá de eso, no hay nada más.

En mi opinión la trama de Bill en el videojuego es muy inferior a la de la serie. No profundiza en sus sentimientos, no se sabe prácticamente nada de su relación con Frank, sus diálogos con Ellie y Joel son poco más que disputas. ¿Un personaje rudo en un mundo lleno de personajes egoístas? No creo que fuera nada nuevo. Sin embargo, Craig Mazin y Neil Druckmann han aprovechado la oportunidad y han desarrollado una historia romántica gay mucho más potente que la del juego original. Aquí vemos todos los aspectos de la personalidad de Bill. Tenemos a una persona solitaria, que es obsesiva y maníaca y que no confía en nadie. No obstante, un hombre llega y cambia completamente su vida, le hace ver que no todo está perdido y que la vida merece la pena. Aunque todo se haya ido a la mierda.

Mucho, mucho tiempo, es un ejemplo perfecto de que se puede ir más allá de la obra original manteniendo su esencia. En ocasiones los cambios son a mejor y al final, estamos hablando de un videojuego que se estrenó hace 10 años. Es lógico que su director, Neil Druckmann, haya cambiado de parecer con algunas ideas y las haya querido explotar de otra forma. Bill y Frank son una pareja hermosa y que otorga luz en un apocalipsis donde nadie tiene esperanza. Ambos son la victoria que todos queremos para los personajes que más amamos en una serie de estas características. No deseamos que todos mueran y sufran. Está bien verles disfrutar, amar y ser felices, ¿cierto?

Una carta que nos deja entrever el final

El final del tercer episodio es uno que te rompe el corazón. Tras más de 10 años juntos, Bill y Frank, en su vejez, comparten momentos de tranquilidad juntos. No obstante, Frank, por desgracia, padece una enfermedad sin identificar que le hace estar en una silla de ruedas y ser totalmente dependiente de Bill. En un mundo de esas características, es solo cuestión de tiempo que alguien les haga daño. Puede que Bill pusiera mil trampas, vallas electrificadas, agujeros, etc, pero en algún momento llegarán más grupos que les roben todo. De hecho, eso mismo pasa en la serie, pero por suerte, consiguen salir airosos. En definitiva, no es un lugar en el que ambos puedan seguir viviendo y por eso Frank, de forma totalmente desgarradora, decide que no quiere seguir viviendo.

La última secuencia entre Bill y Frank, teniendo esa última cita romántica en la que incluso acaban casándose, es pura poesía. Las escenas se dirigen con ternura y la melodía de fondo, On The Nature Of Daylight, es absolutamente devastadora. ¿El final de ese día? Al igual que una puesta de sol, todo ciclo llega a su fin. Ambos, tras cenar juntos, deciden acabar con sus vidas. Bill, aún sin estar enfermo, decide que su propósito en la vida era Frank y que sin él, en un lugar lleno de horrores, no quedaba más alegría en su vida. Sus palabras: «Estoy satisfecho, eres mi propósito», calan en el corazón. Tras esa cena, juntos, se dirigen a su habitación para yacer para siempre en su cama. Abrazados, en paz.

Ellie y Joel llegan posteriormente y descubren una carta que ha dejado Bill, junto a unas llaves, para que Joel la encontrara. En dicha carta le explica que al principio no veía esperanza, no había nada por lo que mereciera la pena luchar. Sin embargo, conocer a Frank le hizo ver cuál era su verdadero propósito: Bill y Joel estaban en ese mundo para proteger a sus seres amados de cualquier monstruo que se cruce por su camino. Esta frase es fundamental, puesto que, para los que habéis superado el videojuego, sabéis lo que ocurre en el final. Esto dará mucha más fuerza a esa polémica decisión de Joel. Además, es la primera vez que vemos emoción en el rostro de Joel cuando recuerda a Tess tras leer la carta. Estamos ante un capítulo totalmente emocional y es algo que se agradece.

Conclusiones

The Last of Us

Mucho, mucho tiempo, es un capítulo hermoso y valiente. Craig Mazin y Neil Druckmann se han atrevido a realizar una historia de amor increíblemente conmovedora y bien dirigida. El guión es soberbio, así como también las actuaciones de todo el reparto. Considero que es, hasta ahora, el mejor episodio de los tres que se han estrenado. Sí, el primero es impresionante, mejor incluso, pero no es una sorpresa total para quienes ya vivimos la historia en 2013. Aquí se va más allá, nos cuentan algo que nos sorprende a todos y todas. Incluso habiendo jugado a The Last of Us Remake, no importa, la historia de Bill y Frank te llegará al corazón. Además, ese último plano, desde la ventana donde yacen Bill y Frank, es un guiño hermoso al título original.

Se necesitan más romances homosexuales en la ficción que demuestren tanto poderío y tenacidad. Hacerlo en un contexto post-apocalíptico no es fácil. Este tipo de obras invitan a dejarse llevar por la acción y el gore. No obstante, introducir capítulos introspectivos y que además cuenten un romance lleno de pasión es sensacional. Además, no conozco personalmente muchas historias homosexuales que ocurran en series con este tipo de ambientación. Me parece que rompe moldes y no cae en ser una historia lacrimógena sin más. Si The Last of Us sigue siendo así de buena, es posible que incluso llegue a superar al título de Naughty Dog. Habrá que esperar a ver qué nos depara su esperado cuarto episodio.

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