Samsung está utilizando el Exynos 2600 como un punto de transición estratégico para preparar una generación mucho más ambiciosa de chipsets propios. Según la información más reciente, la compañía ya habría alcanzado un nuevo hito con el Exynos 2800, un SoC que podría convertirse en el primero de la firma en integrar una GPU diseñada íntegramente en casa, con un lanzamiento previsto para 2027.
Este movimiento se produce en un contexto favorable para la división Exynos, reforzada recientemente por la incorporación de John Rayfield, ex vicepresidente de AMD, una contratación que apunta directamente a mejorar el músculo gráfico y la capacidad de diseño interno de la compañía coreana.
De Xclipse a GPU propia: el salto estratégico
Hasta ahora, Samsung ha apostado por soluciones gráficas desarrolladas junto a AMD. El Exynos 2600 integra la Xclipse 960, una GPU basada en tecnología RDNA, fruto de esa colaboración. Sin embargo, el Exynos 2800 marcaría un punto de inflexión al abandonar la dependencia externa en gráficos y apostar por un diseño propio, desarrollado íntegramente dentro de la compañía.
Este cambio no responde únicamente a la competencia directa con Apple o Qualcomm en el mercado de smartphones y tablets. El objetivo es más amplio: una GPU propia permite a Samsung reutilizar la arquitectura en múltiples categorías, desde gafas inteligentes y robótica, hasta software para vehículos autónomos, aprovechando el cómputo paralelo como base común.
Nodo de fabricación y hoja de ruta a 2 nm
Por ahora, Korea Economic Daily no ha detallado qué proceso de fabricación utilizará el Exynos 2800. No obstante, Samsung ya habría completado el diseño base de su segunda generación de 2 nm GAA, y anteriormente se informó de que la compañía planea introducir su tercera generación de 2 nm (SF2+) en un plazo aproximado de dos años.
Con este calendario, todo apunta a que el Exynos 2800 se fabricará en 2 nm GAA, ya sea en la segunda o tercera iteración del proceso. En cualquier caso, el chip se situaría en la vanguardia tecnológica del sector, al menos sobre el papel.
Un ecosistema unificado más allá del móvil
La ambición de Samsung con una GPU propia no se limita al rendimiento gráfico en juegos. La compañía busca construir un ecosistema unificado, donde la misma arquitectura gráfica pueda escalar desde dispositivos móviles hasta plataformas industriales y de IA embebida.
En una primera fase, la GPU interna se utilizará exclusivamente en futuros Galaxy. Siguiendo la lógica de nomenclatura, el Galaxy S28 sería el primer candidato en integrar este silicio, siempre que el calendario de desarrollo se cumpla.
Inversión masiva en talento gráfico
Durante los últimos dos o tres años, Samsung ha intensificado la contratación de ingenieros especializados en GPU para su división de semiconductores en Estados Unidos. Para atraer y retener talento, la compañía está ofreciendo salarios anuales de entre 300 y 400 millones de wones (~203.000$ a ~274.000$) en perfiles estándar.
Para los ingenieros más experimentados, las cifras ascienden hasta 500 millones – 1.000 millones de wones, lo que equivale aproximadamente a 338.000$ (~286.964€) – 690.000$ (~585.813€). Son rangos salariales que reflejan hasta qué punto Samsung considera crítica esta apuesta.
Exynos 2600 como banco de pruebas
Aunque todavía es pronto para evaluar el éxito de la futura GPU propia, el Exynos 2600 con Xclipse 960 ya se presenta como un banco de pruebas clave, prometiendo mejoras sustanciales frente a generaciones anteriores. El lanzamiento del Galaxy S26 a comienzos del próximo año será determinante para medir el progreso real de la división Exynos y anticipar qué puede ofrecer el Exynos 2800.
Si Samsung logra trasladar estas inversiones en talento y proceso a un producto competitivo, el salto a una GPU interna podría redefinir su posición no solo en móviles, sino en un abanico mucho más amplio de sectores tecnológicos.
Vía: Wccftech


















