Los fabricantes de silicio de Corea del Sur y Taiwán han cuestionado los requisitos establecidos en la Ley de Ciencia y Chips de Estados Unidos. El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, afirmó el pasado jueves 30 de marzo que las compañías Samsung Electronics Corporation y SK Hynix Inc. están cada vez más preocupadas por los criterios de las nuevas subvenciones estadounidenses a los semiconductores.
El reparto excesivo de beneficios es uno de los puntos conflictivos, ya que el gobierno estadounidense pretende que los dividendos se paguen en condiciones especiales. Las compañías también son reacias a cumplir los requisitos de presentar información detallada sobre la capacidad de fabricación y las estimaciones de rendimiento. Los dirigentes señalan el carácter potencialmente delicado de exponer demasiada estrategia corporativa confidencial a organismos de Estados Unidos, por lo que fuentes de Samsung y SK Hynix temen que se revele información minuciosa sobre la planificación presupuestaria.
La Ley Chips concede un fondo común de 52.000 millones de dólares para investigación y fabricación, y de él saldrían las subvenciones. El grupo matriz de SK Hynix está estudiando la posibilidad de presentar una solicitud para acceder a la financiación a través de la Ley Chips; el grupo SK ha elaborado planes para invertir 15.000 millones de dólares de su propio capital en el sector estadounidense de fabricación de chips: se está decidiendo la ubicación en Norteamérica de una planta de empaquetado avanzado de chips. Samsung ha invertido 25.000 millones de dólares en sus operaciones en Texas, por lo que también puede recibir subvenciones del gobierno estadounidense.
En Taiwán, donde el presidente de TSMC, Mark Liu, declaró a la prensa en un evento del sector, su preocupación es similar: «Seguimos debatiendo con ellos. Existen ciertas condiciones que no podemos aceptar. Confiamos en que puedan ajustarse para que no haya efectos negativos. Seguiremos dialogando con el gobierno estadounidense». TSMC está invirtiendo 40.000 millones de dólares en una planta de fabricación de chips situada en Phoenix (Arizona).
Corea del Sur ha aprobado esta semana su propia legislación estratégica: el jueves anunció la elaboración de un proyecto de ley conocido como Korean Chips Act (Ley de chips coreanos). El ministro de Comercio del país reiteró la opinión de su presidente: que los criterios para que los fabricantes coreanos accedan a la financiación estadounidense resultan poco atractivos.
Esta nueva ley nacional creará un fondo que proporcionará sustanciosos incentivos fiscales a los fabricantes surcoreanos y a las industrias estratégicas conexas, con el fin de impulsar la producción de semiconductores. El gobierno ya había revelado a principios de marzo sus planes a largo plazo de efectuar grandes inversiones en el sector privado, y la decisión de esta semana parece reforzar dichas estrategias.
Vía: TechPowerUp