NVIDIA apostará por el nodo A16 de TSMC para su arquitectura Feynman

NVIDIA apostará por el nodo A16 de TSMC para su arquitectura Feynman

NVIDIA ha decidido dar un giro importante en su estrategia de fabricación de chips gráficos de nueva generación. La futura arquitectura, conocida internamente como “Feynman”, será la primera en utilizar el nodo A16 de TSMC, rompiendo así con la tradición de optar por procesos más maduros para equilibrar eficiencia y costes de producción.

Ruptura con la estrategia habitual

Hasta ahora, NVIDIA solía apoyarse en nodos de una o dos generaciones anteriores para sus aceleradores de centros de datos. Este enfoque buscaba mayor estabilidad en el rendimiento y mejores rendimientos de oblea al fabricar chips de gran tamaño. El ejemplo más reciente es Blackwell Ultra, con 104.000 millones de transistores por die y un tamaño que supera los límites de las retículas estándar.

En cambio, Feynman adoptará el proceso A16 de TSMC, un paso más agresivo que implica ajustar la arquitectura a tecnologías de vanguardia para sostener la creciente demanda de cómputo en IA. Mientras tanto, otras familias como Rubin se mantendrán en variantes más maduras, como N3P con encapsulado CoWoS-L.

Entrega de energía trasera: clave del A16

El mayor atractivo del nodo A16 radica en la introducción de backside power delivery o entrega de energía trasera. Este enfoque separa las rutas de energía y señal, reduciendo pérdidas y simplificando la planificación de los diseños.

Entre las implementaciones posibles se incluyen Buried Power Rails, que utilizan capas metálicas frontales, o Power Vias, que llevan la alimentación directamente a la parte trasera del chip. Además, TSMC ha desarrollado el concepto Super Power Rail, que permite suministrar energía directamente a las terminales de fuente y drenaje de los transistores, reduciendo resistencia y mejorando la eficiencia térmica.

Escalada del consumo energético

El desafío no se limita al número de transistores. Los aceleradores de IA actuales ya alcanzan consumos cercanos a los 1.400W en los modelos Blackwell Ultra, mientras que los diseños futuros como Rubin podrían superar los 2.300W. Ante estas cifras, la selección del nodo resulta crucial para gestionar tanto el rendimiento como la disipación térmica.

La transición hacia A16 permitirá que Feynman afronte cargas de trabajo con requerimientos de varios gigavatios a escala de clústeres, algo fundamental para sostener la evolución de la IA generativa y el entrenamiento de modelos cada vez más complejos.

NVIDIA apostará por el nodo A16 de TSMC para su arquitectura Feynman

Horizonte temporal de Feynman

Si TSMC logra llevar el nodo A16 a producción en volumen según lo previsto, los primeros silicios de Feynman podrían llegar entre finales de 2027 y principios de 2028. Esto marcaría un salto estratégico para NVIDIA, que pasaría a depender de un nodo de última generación para mantener el liderazgo en aceleradores de inteligencia artificial.

En definitiva, el movimiento refleja cómo la escalada en consumo y complejidad de los chips obliga a abandonar prácticas anteriores y adoptar tecnologías radicales como la entrega trasera de energía.

Vía: TechPowerUp

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