Los consumidores estadounidenses demandan a Intel por la inestabilidad de los procesadores Core de 13ª y 14ª generación

Los consumidores estadounidenses demandan a Intel por la inestabilidad de los procesadores Core de 13ª y 14ª generación

Actualmente, Intel está haciendo frente a diversas demandas interpuestas por consumidores estadounidenses, según las cuales sus procesadores Core de 13ª y 14ª generación presentan problemas de estabilidad de rendimiento.

La web de noticias tecnológicas The Register informó el pasado 6 de noviembre de que los usuarios habían emprendido acciones legales contra Intel, alegando defectos en los procesadores de sobremesa de 13ª generación lanzados en 2022 y en los de 14ª generación comercializados en 2023. Conocidos como la serie Raptor Lake, estos procesadores constituyen una parte significativa de la oferta de CPUs de Intel para PCs de sobremesa.

Mark Vanvalkenburgh está implicado en una de las demandas, como se muestra en los documentos del tribunal federal de San José, California. En enero de 2023, el Sr. Vanvalkenburgh adquirió un procesador Intel Core i7-13700K en Best Buy. Tras un tiempo, empezó a experimentar un rendimiento inestable del sistema, lo que cree que se debió a defectos en el procesador.

Dicho caso forma parte de un conjunto más amplio de demandas en las que diversos consumidores denuncian problemas de inestabilidad similares, lo que indica la posibilidad de que se trate de un patrón de defectos y no de problemas aislados.

Los demandantes hacen referencia en la demanda a varios informes mediáticos, así como a debates en las redes sociales de diciembre de 2022, en los que se ponían de manifiesto problemas con los procesadores Intel de 13ª y 14ª generación.

Entre los problemas señalados por usuarios y revisores técnicos se incluyen bloqueos frecuentes del sistema, cierres inesperados y disminución del rendimiento durante un uso intensivo. Intel, según los documentos presentados ante los tribunales, ya estaba al tanto de dichos defectos a finales de 2022 o principios de 2023.

«Tras la adquisición del producto, el demandante se percató de que el procesador era defectuoso, inestable y se bloqueaba frecuentemente», se explica en la demanda. «El procesador causó problemas en su PC, incluyendo apagones aleatorios de la pantalla y reinicios aleatorios del ordenador. Estos problemas no se resolvieron ni siquiera después de intentar instalar un parche publicado por Intel para sus procesadores de 13ª generación. En consecuencia, no obtuvo aquello por lo que pagó. Si el demandante hubiera sido conocedor de la veracidad del producto, no lo habría comprado o habría pagado menos por él».

Pero, pese a ser consciente de tales problemas, la multinacional siguió comercializando las prestaciones de sus procesadores Raptor Lake sin informar a los consumidores de los posibles problemas de estabilidad.

Según los demandantes, las acciones de Intel constituyen una tergiversación fraudulenta, un incumplimiento de la garantía implícita y una violación de las leyes comerciales de Nueva York relativas a la protección de los consumidores.

Sostienen que se engañó a los consumidores sobre la fiabilidad y el rendimiento de los procesadores, lo que provocó pérdidas económicas y una pérdida de confianza en los productos de Intel. La demanda reclama una indemnización para los consumidores afectados y exige prácticas de divulgación más transparentes en la comercialización de Intel. El desenlace de estos procedimientos judiciales puede repercutir de forma significativa en la reputación de Intel.

Vía: Guru3D

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