Contar con una buena impresora significa contar con sostenibilidad, productividad y sobre todo, control de los costes que se generan a través de la impresión. Una empresa necesita una buena impresora para satisfacer todas estas ventajas. Pero escoger la impresora adecuada no es siempre fácil.
Hay muchos tipos de impresoras y realmente no hay malas o buenas, sino impresoras que se adaptan a las necesidades determinadas de cada empresa, que no siempre son las mismas. A la hora de escoger una buena impresora hay que pensar si se necesita una de láser o de tinta, normal o multifunción, etc. Según Ofilogic, hay muchos aspectos a tener en cuenta a la hora de escoger la impresora perfecta para cada negocio.
A la hora de escoger entre una impresora normal o multifunción hay que pensar qué usos se le van a dar a la impresora. Si a la hora de utilizar la impresora se utiliza la fotocopiadora, el fax, el escáner y todas las funciones posibles, es muy recomendable escoger una impresora multifunción de la que se pueda disfrutar de todas las funcionalidades. Disponer de una impresora para cada función es ocupar demasiado espacio y gastar demasiado. No obstante, en caso de necesitar la simple, función de imprimir o fotocopiar, solamente habrá que escoger una impresora con esa función. De esta forma también se ahorra.
Sin embargo, a la hora de escoger una impresora, lo primero que viene a la cabeza es si se prefiere una de láser o de tinta. Lo cierto que cualquiera de estas dos opciones será buena, ya que las dos aportan muy buen rendimiento y funcionan de forma muy silenciosa. No obstante, hay algunas cosas que diferencian las impresoras de tinta a las de láser. Si lo que se necesita es imprimir fotografías y documentos de alta calidad, con una buena impresión de colores y realismo, la tinta es la opción que se deberá elegir.
Las impresoras de tinta son muy versátiles, sin embargo, no son muy veloces. Otro inconveniente que se encontrará en las impresoras de tinta es el alto gasto de consumibles a la hora de imprimir en color. Si no se necesita demasiada calidad en las impresiones, una impresora de láser es la adecuada. Este es el caso de pequeños negocios y oficinas en las que se necesita imprimir con gran rapidez y una calidad más o menos buena.
No obstante, estas impresoras rinden mejor en blancos y negros, ya que los tóneres de color son mucho más caros que la tinta. Sin embargo, al tratarse de una calidad de impresión inferior, a largo plazo, se gastará menos con la impresora de láser que con la de tinta. Otro aspecto aconsejable es escoger una impresora que se pueda conectar a la red Wi-Fi para darle órdenes y optimizar el tiempo y la facilidad de impresión.