La firma trabaja en el último movimiento dentro de la plataforma Arrow Lake-S antes de migrar al futuro Socket LGA 1954, y varias filtraciones adelantan la llegada de una familia denominada Arrow Lake Refresh. Este conjunto incluirá tres procesadores: Intel Core Ultra 290K Plus, Core Ultra 270K Plus y Core Ultra 250K Plus, todos ellos con ajustes de frecuencias, ampliación de núcleos E y soporte mejorado para DDR5-7200. Aunque no representan una nueva arquitectura, sí buscan alargar la vida útil del Socket LGA 1851, siguiendo una estrategia parecida a la de Raptor Lake Refresh, pero sin cambiar la numeración generacional.
El modelo superior será el Core Ultra 290K Plus, que mantiene la configuración 8P+16E del 285K, pero sube las frecuencias hasta 5,6 GHz en P-cores, 4,8 GHz en E-cores y 5,8 GHz mediante Thermal Velocity Boost. Esta combinación lo posiciona como un refresco directo enfocado en exprimir el margen térmico sin modificar los límites de potencia ya establecidos en Arrow Lake-S.
Cambios más profundos en el Core Ultra 270K Plus: más E-cores y ajustes de frecuencia
El Core Ultra 270K Plus protagoniza el cambio más relevante del refresco, ya que pasa de 8P+12E a 8P+16E, igualando el número total de núcleos del segmento superior. Las frecuencias de P-cores se mantienen en 5,5 GHz, mientras que los E-cores suben a 4,7 GHz, un incremento de 100 MHz respecto al Core Ultra 265K. Las bases, sin embargo, bajan ligeramente, una señal de que Intel estaría diferenciando estos chips mediante silicio de menor binning para equilibrar consumo, temperatura y coste.
El Core Ultra 250K Plus, destinado a la gama media, adopta una configuración 6P+12E en lugar de 6P+8E, además de aumentos de +100 MHz en los boosts de ambos tipos de núcleos. El E-core base clock se reduce 100 MHz respecto al 245K para mantener el mismo TDP dentro del ecosistema Arrow Lake Refresh.
DDR5-7200, compatibilidad plena con LGA 1851 y primeras pruebas filtradas
Los tres modelos ampliarán el soporte de memoria hasta DDR5-7200, frente a los DDR5-6400 de la generación original. Aunque la mejora puede ser notable en cargas específicas, su impacto real dependerá del mercado DRAM, afectado por tensiones de precio y disponibilidad. Los límites de potencia permanecen idénticos a los actuales Arrow Lake-S, por lo que estos procesadores serán compatibles con placas LGA 1851 existentes sin modificaciones.
Primeras pruebas filtradas sitúan al Core Ultra 270K Plus entre los 265K y 285K, alineándose con las expectativas de este refresco incremental. Con AMD Ryzen presionando en precios y rendimiento, la estrategia final dependerá del posicionamiento económico que elija Intel para cerrar la etapa de Arrow Lake Refresh antes del salto a Nova Lake.
Vía: Guru3D


















