La compañía ha mostrado nuevos detalles técnicos de Intel Panther Lake tras un die shot publicado por Chips and Cheese, que permite analizar con precisión el comportamiento del nodo Intel 18A en una muestra real de silicio. Las primeras cifras apuntan a que el proceso mantiene la densidad objetivo, con áreas sorprendentemente similares a generaciones previas pese al aumento de cachés L2 y del número total de transistores. El Compute Tile combina dos clústeres de Cougar Cove P-cores y tres clústeres de Darkmont E-cores, reforzando el enfoque híbrido de la marca.
Este hallazgo resulta especialmente relevante para los planes de Intel, ya que 18A es el nodo más ambicioso de su hoja de ruta actual. Mantener tamaños controlados en P-cores y E-cores aun aumentando memoria interna indica una mejora real en la densidad de transistores, algo clave para competir directamente con nodos como TSMC N3B, usado en plataformas como Lunar Lake. Las áreas obtenidas permiten comprender mejor la situación actual de Intel en fabricación avanzada.
Cougar Cove amplía la caché sin aumentar superficie
Las mediciones del die shot indican que cada núcleo Cougar Cove ocupa aproximadamente 4,49 mm², una cifra casi idéntica a la de Lion Cove, pese a integrar 512 KB de caché L2, una cantidad superior a generaciones anteriores. Los analistas estiman entre 300 y 310 millones de transistores por núcleo, sin contar la caché, lo que confirma que el nodo Intel 18A está ofreciendo la densidad de transistores anunciada por la compañía. Mantener el área aun incrementando memoria supone un avance significativo en diseño físico.
Además, el reparto interno de bloques funcionales —caché L2, unidades de ejecución, front-end, back-end y lógicas auxiliares— sugiere una optimización notoria en los P-cores. Este tipo de ajustes es clave para mantener el tamaño del die bajo control, permitiendo integrar más núcleos, mejorar el rendimiento en cargas mixtas y sostener frecuencias competitivas. La combinación de densidad, eficiencia y capacidad de caché coloca a Cougar Cove en una posición sólida para competir en portátiles y sobremesa.
Estas cifras también indican que Intel ha recuperado parte del terreno perdido en nodos avanzados, dejando atrás los problemas históricos de 10 nm y ofreciendo un diseño más equilibrado en consumo, área y escalabilidad. Que Cougar Cove mantenga un tamaño similar a Lion Cove pese al aumento de memoria es una señal clara de que la firma está afinando la arquitectura de forma progresiva y realista.
Darkmont reduce área mientras aumenta la caché L2
En los Darkmont E-cores, las mejoras también son evidentes. Un clúster completo de cuatro núcleos ocupa unos 6,47 mm², aproximadamente un 5% menos que un clúster equivalente de Skymont, añadiendo además 1 MB adicional de caché L2. Esta combinación —más memoria y menos superficie— refuerza la idea de que el nodo Intel 18A está cumpliendo su objetivo de densidad en condiciones reales.
Esta compactación permitirá a Intel aumentar el número de E-cores en futuras configuraciones sin comprometer temperatura, área total del die o eficiencia energética. Los clústeres más pequeños abren la puerta a configuraciones mixtas más agresivas, mejorando el rendimiento en multitarea y cargas paralelas, mientras mantienen el consumo controlado. La relación entre área y caché sugiere un proceso maduro y bien adaptado al diseño de núcleos eficientes.
Otros factores como la estabilidad de las celdas SRAM, la metalización de alto rendimiento y la distribución interna del enrutado también parecen estar bajo control, lo que facilita la escalabilidad del nodo en gamas superiores. La consistencia entre Cougar Cove y Darkmont ofrece un panorama más claro sobre la solvencia del nodo en rendimiento físico.
Los rendimientos de oblea siguen siendo la incógnita clave
Aunque las cifras de densidad son prometedoras, la viabilidad real del nodo Intel 18A dependerá de los rendimientos de oblea. La marca no ha ofrecido datos concretos sobre yield rates, y es posible que las primeras muestras provengan de lotes especialmente estables. Para determinar si Panther Lake podrá sostener estas cifras en producción masiva será necesaria una actualización oficial.
La comparación con TSMC N3B ayuda a contextualizar el avance, ya que el nodo taiwanés marca actualmente el estándar en productos como Lunar Lake. Tras varios años de retrasos acumulados, disponer de un Compute Tile con áreas tan consistentes refuerza la confianza en la estrategia de procesos de la compañía y permite anticipar mejoras importantes en futuras generaciones.
Vía: Guru3D



















