
Intel ha comenzado un proceso gradual de retirada de soporte para sus GPU de centro de datos Ponte Vecchio y Arctic Sound, marcando el final de una etapa en su estrategia de aceleradores de alto rendimiento. Esta información proviene del changelog de la herramienta Intel XPU Manager, cuya versión 1.3.3 depreca oficialmente ambas series. Los usuarios de estos productos deben permanecer en la versión anterior 1.2.42 si desean conservar todas las funciones.
Una retirada estratégica hacia Jaguar Shores
La decisión parece estar relacionada con la transición a la próxima plataforma Jaguar Shores, un conjunto de aceleradores de nueva generación centrados en IA y computación HPC. El movimiento llega apenas dos años después del lanzamiento de las GPU Flex y Max, lo que indica que Intel ha optado por reorientar su estrategia hacia soluciones más modernas y eficientes.
La GPU Ponte Vecchio, basada en la arquitectura Xe-HPC y fabricada bajo el proceso Intel 10, es un diseño masivo de 1.280 mm² con cerca de 100.000 millones de transistores. Dispone de 16.384 unidades de sombreado, 1.024 núcleos tensoriales y un TDP máximo de 600 W, con variantes que van desde los 48 hasta los 128 GB de memoria HBM2e. A pesar de su potencia, el alto coste, el consumo energético y la complejidad de integración limitaron su adopción en entornos empresariales.
Por su parte, Arctic Sound, también basada en la microarquitectura Gen 12.5 y fabricada en el mismo nodo, cuenta con 8.192 unidades de sombreado, 128 ROPs y un TDP cercano a los 500 W. Sus modelos 1T, 2T y M, con 16 GB de memoria, fueron concebidos para cargas de trabajo intermedias en centros de datos y soluciones multimedia.
Falta de adopción y ecosistema limitado
Tanto Ponte Vecchio como Arctic Sound no lograron consolidar una cuota significativa de mercado, principalmente por la madurez del ecosistema de NVIDIA y AMD y la falta de herramientas optimizadas. Intel tuvo que desarrollar hardware y software en paralelo, un reto considerable que afectó la confianza de los integradores y proveedores cloud.
Aun así, la integración de Ponte Vecchio en el superordenador Aurora representó un logro técnico destacado, demostrando la capacidad del chip para operar a gran escala. Sin embargo, los constantes cambios en la hoja de ruta de aceleradores de Intel acabaron restando atractivo a sus soluciones en el ámbito empresarial.
Próxima generación y evolución del software
El sucesor directo, Jaguar Shores, promete una arquitectura más eficiente con memoria HBM4 y una pila de software OneAPI más madura y estable, consolidando la estrategia de Intel en el mercado de aceleradores de inteligencia artificial. Esta transición supone el fin de una etapa experimental y el comienzo de una generación enfocada en la eficiencia, escalabilidad y soporte a largo plazo.
Vía: TechPowerUp