Intel ha anunciado que ha dejado de desarrollar su tecnología de refrigeración criogénica, una innovadora solución que permitía refrigerar los procesadores a temperaturas inferiores a 0 grados Celsius para mejorar su rendimiento. La decisión se tomó el pasado 1 de julio de 2023 y afecta a los procesadores Intel desde la décima generación Comet Lake hasta la decimotercera generación Raptor Lake.
La tecnología de refrigeración criogénica de Intel consistía en un sistema de refrigeración líquida que incluía un controlador de condensación integrado en el bloque de disipación térmica del CPU. Dicho controlador se encargaba de regular la temperatura del líquido refrigerante y evitar la formación de humedad en los componentes. Además, el sistema contaba con un software específico para gestionar el funcionamiento y los modos de refrigeración.
El objetivo de esta tecnología era permitir a los usuarios realizar overclocking a sus procesadores, es decir, incrementar la frecuencia y el voltaje de los mismos para obtener un mayor rendimiento. Al refrigerar el CPU por debajo de la temperatura ambiente, se reducía el riesgo de sobrecalentamiento y se podían alcanzar frecuencias más elevadas con voltajes más bajos. De hecho, algunos usuarios lograron hacer funcionar procesadores AMD con esta tecnología, como el famoso overclocker der8auer, que consiguió poner en marcha un Ryzen 9 5950X con un bloque de refrigeración criogénica de Intel.
Sin embargo, la tecnología de refrigeración criogénica de Intel no tuvo una gran acogida en el mercado, ya que solo estaba disponible para algunos modelos de procesadores y requería de un hardware y un software específicos. Además, el coste y la complejidad de esta solución eran elevados, lo que limitaba su público objetivo. Algunos fabricantes de refrigeración, como Cooler Master y EK Waterblocks, lanzaron productos basados en esta tecnología, como el MasterLiquid ML360 Sub-Zero y el EK-QuantumX Delta TEC.
La razón más probable para abandonar el proyecto de refrigeración criogénica sería la necesidad de reducir los costes de I+D y destinar los recursos a otros proyectos más rentables en los laboratorios de Intel. La compañía ha confirmado que seguirá ofreciendo actualizaciones para el hardware existente de refrigeración criogénica hasta el 31 de diciembre de 2023. La nueva generación de procesadores Intel, la decimocuarta generación Raptor Lake Refresh, no será compatible con esta tecnología.
Vía: TechPowerUp