HKC, especialista chino en tecnología de pantallas, ha presentado oficialmente el M10 Ultra, un monitor que marca un hito técnico en el sector gaming al convertirse en el primer monitor del mundo con retroiluminación RGB Mini-LED. Tras un primer adelanto promocional a mitad de la semana pasada, la compañía ha cumplido lo prometido con un producto que introduce un nuevo enfoque en el control simultáneo de luz y color.
A diferencia de los sistemas Mini-LED tradicionales, basados en retroiluminación blanca o azul con control únicamente de luminancia, la propuesta de HKC incorpora una matriz RGB Mini-LED, capaz de gestionar luz y color de forma independiente. Hasta ahora, este tipo de tecnología solo se había visto en televisores de gran formato de gama muy alta, como los modelos más avanzados de Hisense o Samsung.
RGB Mini-LED con 4.788 zonas y control micrométrico
El corazón tecnológico del HKC M10 Ultra es su sistema de retroiluminación RGB Mini-LED con 4.788 zonas de control independientes. Esta densidad permite lo que la compañía denomina “reconformación de la luz”, gracias a una matriz de control a nivel micrométrico y algoritmos de gestión independientes para los canales R, G y B.
Según HKC, esta arquitectura reduce de forma drástica el efecto halo, uno de los principales inconvenientes de la tecnología Mini-LED convencional. Al no depender de un único punto de luz blanca, el sistema RGB permite transiciones más precisas, mejor separación de colores y mayor fidelidad en escenas de alto contraste, acercándose al comportamiento de soluciones autoemisivas, pero sin sus limitaciones actuales en brillo máximo.
Enfoque profesional en color y HDR
HKC posiciona al M10 Ultra como un monitor de nivel profesional, no solo para gaming, sino también para creadores de contenido y entornos donde la precisión cromática es crítica. El panel ofrece cobertura del 100% del espacio de color BT.2020, además de compatibilidad total con sRGB, DCI-P3 y Adobe RGB, cifras muy poco habituales en monitores gaming.
Este enfoque refuerza la idea de que el RGB Mini-LED no solo busca mejorar el brillo o el contraste, sino ofrecer una experiencia cromática mucho más rica y controlada, algo especialmente relevante en HDR avanzado y trabajos de color.
Panel 4K de 31,4 pulgadas con doble modo de refresco
Según la hoja de especificaciones inicial, el HKC M10 Ultra monta un panel de 31,4 pulgadas con resolución 3840 x 2160 píxeles, capaz de funcionar a 165 Hz de forma nativa. Además, el monitor incorpora un modo dual, pensado para jugadores competitivos, que reduce la resolución a 1080p y eleva la tasa de refresco hasta 330 Hz.
Esta combinación permite alternar entre máxima calidad visual en 4K y máxima fluidez en juegos competitivos, sin necesidad de cambiar de monitor, una tendencia que empieza a consolidarse en la gama alta gaming.
Conectividad de última generación y dudas pendientes
En el apartado de conectividad, el M10 Ultra incluye DisplayPort 2.1, una interfaz clave para manejar altas tasas de refresco a resoluciones elevadas sin compresión agresiva. Sin embargo, HKC no ha detallado todavía si el panel es de tipo IPS o VA, un dato relevante tanto para ángulos de visión como para contraste nativo.
Por el momento, la presentación del HKC M10 Ultra no ha ido acompañada de un lanzamiento comercial inmediato. La compañía apunta a que su llegada al mercado, al menos en China, podría producirse durante el primer trimestre de 2026.
Si cumple lo prometido, el M10 Ultra podría marcar un punto de inflexión en la evolución de los monitores Mini-LED, llevando por primera vez la retroiluminación RGB al escritorio gaming y profesional, con un nivel de control que hasta ahora estaba reservado a pantallas de gran formato y precios prohibitivos.
Vía: TechPowerUp




















