Google ha anunciado un importante avance en computación cuántica con su nuevo procesador Willow, que demuestra un rendimiento 13.000 veces superior al del superordenador más potente del mundo. Con 105 cúbits, el chip ha logrado ejecutar en segundos simulaciones físicas que los sistemas clásicos tardarían días en completar, consolidando lo que la compañía describe como la primera demostración verificable de ventaja cuántica con aplicaciones reales.
Quantum Echoes: el algoritmo que marca la diferencia
El hito se alcanzó gracias a un nuevo algoritmo denominado Quantum Echoes, diseñado para aprovechar al máximo el paralelismo cuántico y mantener la precisión de cálculo bajo condiciones de error controladas. Durante el experimento, Willow simuló correladores fuera de orden temporal (OTOCs), una métrica que mide la interferencia cuántica compleja en sistemas físicos avanzados.
Google asegura que este avance demuestra la utilidad práctica de la computación cuántica en campos como la modelización molecular, la ciencia de materiales y la espectroscopia de resonancia magnética nuclear (NMR).
Hardware optimizado y corrección de errores
A pesar de su menor número de cúbits frente a otros procesadores, el Willow ha mostrado una eficiencia algorítmica sin precedentes, apoyada en mejoras de corrección de errores y estabilidad operativa. La compañía explica que este resultado valida su hoja de ruta a largo plazo, que combina hardware cuántico escalable con algoritmos personalizados, acercando el objetivo de una computación cuántica tolerante a fallos.
Comparativa con IBM Condor
El logro de Google contrasta con el IBM Condor, un procesador cuántico de 1.121 cúbits presentado en diciembre de 2023 que aún no ha demostrado un rendimiento comparable en tareas prácticas. El Condor fue concebido como un paso previo a Heron, un chip más pequeño de 156 cúbits integrado en el sistema IBM Quantum System Two.
Pese a tener una cuarta parte de los cúbits, el Willow de Google pone de relieve que el número bruto de cúbits ya no es el factor clave para medir el progreso cuántico, sino la eficiencia algorítmica y la estabilidad operativa de cada arquitectura.
Con este avance, Google reafirma su posición como uno de los principales impulsores de la computación cuántica aplicada, abriendo la puerta a una nueva era de simulaciones científicas y descubrimientos acelerados por inteligencia cuántica.
Vía: TechPowerUp




















