El gobierno de Estados Unidos está considerando imponer una nueva ronda de sanciones a las exportaciones de chips a China, según informa GSMArena. Esta medida estaría dirigida a frenar el avance tecnológico y militar de China, especialmente en el campo de la inteligencia artificial y la computación de alto rendimiento.
Según GSMArena, las sanciones afectarían a los chips de NVIDIA, que son utilizados por los fabricantes chinos de superordenadores y servidores. En concreto, se trataría de los procesadores gráficos A100 y H100, que son capaces de realizar operaciones complejas de aprendizaje automático y análisis de datos. Estos chips también se usan en ciertos dispositivos móviles, como los smartphones y las tablets.
La decisión de Estados Unidos se basaría en la preocupación por el uso potencial de estos chips para fines militares o de seguridad nacional por parte de China. Según GSMArena, Estados Unidos teme que China pueda desarrollar armas nucleares, misiles balísticos, drones y sistemas de vigilancia con la ayuda de estos chips.
Esta no sería la primera vez que Estados Unidos impone restricciones a las exportaciones de chips a China. En octubre del año pasado, la administración Biden anunció una serie de controles de exportación que incluían medidas para cortar el suministro de ciertos chips y equipos para la fabricación de chips a China. Estas medidas afectaron a empresas como KLA, Lam Research y Applied Materials, que proveen de maquinaria para producir chips avanzados.
Además, Estados Unidos también ha prohibido a sus ciudadanos y residentes permanentes trabajar en ciertas tecnologías para empresas y entidades chinas. Asimismo, ha presionado a sus aliados para que limiten el acceso de Huawei, el gigante chino de las telecomunicaciones, a los componentes y redes 5G.
Estas acciones han provocado una fuerte reacción por parte de China, que ha acusado a Estados Unidos de practicar un “acoso tecnológico” y una «guerra fría tecnológica». China también ha tomado medidas para impulsar su propia industria de semiconductores y reducir su dependencia de las importaciones extranjeras.
La disputa entre Estados Unidos y China por los chips se produce en un contexto de creciente rivalidad estratégica entre las dos potencias mundiales. Los expertos advierten que esta situación podría tener graves consecuencias para la economía global y la estabilidad geopolítica.
Vía: GSMArena