El phishing y el fraude con tarjetas de pago amenazan a España

El phishing y el fraude con tarjetas de pago amenazan a España

Ningún otro país recibe tantos correos maliciosos que España, con cerca del 10%. Además, en 2020, más del 50% de las empresas españolas fueron objeto de ataques de phishing con éxito. En total, España está entre los 20 países del mundo más afectados por este tipo de fraude.

Mientras tanto, en los últimos meses, los clientes de algunos de los mayores bancos españoles se han visto afectados por ataques de phishing y hackeos cuyo objetivo principal es robar información personal, datos de tarjetas de pago y credenciales de acceso.

Considerado como un tipo de ingeniería social, el phishing se produce cuando los delincuentes atraen a las víctimas para que abran correos electrónicos y mensajes de texto engañosos, lo que les permite robar datos sensibles de tarjetas personales, credenciales de Bizum e información bancaria. Esta información robada se vende después en los mercados delictivos de la Darknet/Deep Web, para que otros estafadores la utilicen para realizar compras no autorizadas con tarjetas de pago, apropiarse de cuentas bancarias o robar identidades.

En el submundo de la delincuencia, los datos de las tarjetas de pago son una mercancía muy cotizada. Para ilustrar el problema, un indice de precios de la Darknet/Deep Web revela que los datos de una sola tarjeta de pago robada se venden por entre 25 y 240 dólares.

Según el sector de los pagos, se espera que las pérdidas derivadas del fraude con tarjetas de pago alcancen los 34.660 millones de dólares en 2022. El 80% de estas pérdidas se atribuyen al fraude con tarjeta no presente (CNP), un tipo de fraude en el que la tarjeta física no interviene en el proceso de compra, como por ejemplo en las compras en línea o por teléfono.

La empresa lituana de pagos «kevin.» ofrece una solución viable a los problemas de seguridad mencionados. La empresa proporciona una infraestructura tecnológica al sector de los pagos que permite a los proveedores de productos y servicios aprovechar las ventajas de los pagos de cuenta a cuenta (A2A) habilitados por Open Banking.

Estos pagos son muy resistentes al fraude, no solo porque hacen uso de la autenticación multifactorial (autenticación fuerte del cliente – SCA) que ya exigen las aplicaciones bancarias, sino también porque eliminan la necesidad de utilizar repetidamente las tarjetas de pago al comprar en línea.

El phishing y el fraude con tarjetas de pago amenazan a España

«La introducción repetida en línea de los datos de las tarjetas de pago, ya sea en sitios web auténticos o fraudulentos, aumenta el riesgo de que la información personal y bancaria se vea comprometida. Las avanzadas características de seguridad de la infraestructura de pago de kevin. siempre han sido el pilar de nuestra innovación. Por esta razón, kevin. ofrece a las empresas soluciones totalmente compatibles con la PSD2 y la SCA, garantizando la tranquilidad tanto de los comerciantes como de sus clientes», afirma Rui Patraquim, Country Manager de kevin. en Portugal y España.

Como resultado de sus numerosas ventajas, entre las que se incluyen una mayor seguridad, rapidez y, en consecuencia, un coste justo, los expertos del sector predicen que en 2023 los pagos A2A representarán el 20% de todo el comercio electrónico, como ya se puede ver en algunos países en los que opera kevin. superando a las soluciones nacionales y a las tarjetas de crédito/débito. Los pagos A2A reducen los costes al eliminar todos los intermediarios y proporcionan a los proveedores de productos y servicios un mayor alcance y superiores tasas de conversión.

«En Portugal, por ejemplo, el 95% de los bancos están conectados a nuestra plataforma mediante licencias de Servicios de Información de Cuentas (AIS) o de Servicios de Iniciación de Pagos (PIS)», comentó Patraquim. «Hasta ahora los bancos, con los que hemos discutido nuestros servicios, nos apoyan porque, por primera vez, si un consumidor quiere pagar en línea, puede hacerlo directamente desde la aplicación bancaria en la que confía, sin comprometer ninguna garantía de seguridad. Esto podría ayudar a los bancos a optimizar mejor la experiencia del usuario al utilizar la app del banco, mientras que los clientes, a su vez, tienen más opciones de pago entre las que elegir.»

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