
Estados Unidos planea reemplazar el sistema actual de permisos VEU (Validated End-User) que permiten a Samsung y SK Hynix operar sus fábricas en China, introduciendo en su lugar un modelo de licencias anuales de sitio. Estas nuevas licencias especificarán cantidades preaprobadas de herramientas, piezas y materiales restringidos que las empresas podrán recibir cada año.
El cambio de VEU a licencias anuales
Hasta ahora, los permisos VEU otorgaban a ambas compañías una autorización indefinida siempre que cumplieran con medidas de seguridad y monitoreo. Sin embargo, con la llegada de la nueva administración en Washington, se busca revocar esos permisos y reemplazarlos por licencias anuales, con el argumento de cerrar “vacíos legales” heredados de la etapa anterior.
Con este cambio, Samsung y SK Hynix deberán presentar una única solicitud anual, detallando cantidades e ítems específicos. Aunque EE.UU. asegura que los permisos urgentes se podrán aprobar rápidamente, muchas voces de la industria dudan de que la burocracia no afecte a la agilidad de las operaciones.
Contexto: restricciones a semiconductores avanzados
Las restricciones iniciales se remontan a 2022, cuando se fijaron límites sobre la exportación de equipos para lógica avanzada (≈16 nm FinFET), memorias DRAM (18 nm half-pitch) y NAND 3D (128 capas o más). Para facilitar las operaciones, se habían concedido exenciones bajo la administración Biden, que ahora se eliminan en favor de un control más estricto.
Riesgos para el suministro global
El nuevo modelo plantea riesgos para el suministro de DRAM y NAND. Si una máquina crítica falla a mitad de año y no hay repuestos autorizados en la licencia, podría interrumpirse la producción, afectando tanto al mercado de smartphones como a los centros de datos. Un retraso en los envíos podría incluso generar escasez global de memoria.
Seúl, en el medio del conflicto
Esta medida vuelve a situar a Corea del Sur en una posición complicada, atrapada entre su principal aliado político (EE.UU.) y su socio comercial más importante (China). Aunque funcionarios surcoreanos consideran el nuevo sistema “manejable”, también expresan preocupación por el incremento de trámites burocráticos y la falta de flexibilidad para operaciones críticas.
Conclusión
El paso de permisos permanentes a licencias anuales supone un endurecimiento en el control de exportaciones que refleja la estrategia de Washington de mantener en funcionamiento las fábricas existentes, pero impedir su expansión o modernización.
Vía: NotebookCheck