Desde hace cuatro años, por iniciativa del Consejo de Europa y al amparo del Convenio Europeo del Paisaje, el 20 de octubre es el día elegido para celebrar el Día Internacional del Paisaje, una oportunidad para poner el foco de atención en analizar nuestra relación con el entorno que nos rodea y la mano del hombre para transformarlo.
Si hablamos de paisaje no podemos dejar de mencionar al paisajismo, la disciplina que engloba la planificación, gestión, conservación y rehabilitación de un espacio o paisaje, que va más allá de ser un recurso estético, y que se ha convertido en una herramienta esencial para la conservación del medio ambiente. Y es que desde el principio de los tiempos, el ser humano ha modificado el paisaje que lo rodeaba, convirtiéndose el jardín en la máxima expresión de esta disciplina.
El primer acercamiento a los jardines llegó de la mano de los mesopotámicos, que crearon espacios verdes resguardados entre muros, seguidos de los persas, con jardines como los de Babilonia, que se caracterizaban por tener forma de pirámide, lo que se conoce como ‘Zigurat’. Durante la época del Imperio Romano, se adoptaron pequeños huertos cerrados que se ubicaban en el interior del patio, mientras que en la Edad Media, los jardines se reservaron exclusivamente para la iglesia y los monasterios. No fue hasta la llegada del renacimiento cuando los jardines vivieron su época dorada, con el jardín francés y el jardín inglés entre los más destacados.
En la actualidad, y tras miles de años de evolución, los espacios verdes han llegado a la sociedad, integrándose nuestro día a día y adaptándose a los tiempos actuales. Esto ha hecho que la figura del paisajista haya cobrado mayor relevancia y haya exigido de mayor preparación, que va más allá del conocimiento del terreno o la vegetación. Desde el estudio de paisajismo de Fernando Pozuelo Landscaping Collection han analizado algunas de las claves que definen el paisajismo moderno:
- Planificación mediante drones o realidad virtual: Hoy en día los paisajistas cuentan con varias herramientas tecnológicas que permiten perfeccionar el diseño de un jardín o espacio verde, que comienzan desde los programas básicos para el diseño del proyecto, hasta tecnologías de realidad virtual o 3D, como Revit, Lumion o IrisVR, para alcanzar una mayor fidelidad al proyectar el jardín. Pero existen otras tecnologías, como los drones, que se utilizan para tener una mejor vista de cara a la planificación de estos proyectos y poder ejecutarlos con una mayor perspectiva y precisión. Estos elementos también se utilizan en la agricultura, ya que permite realizar un preciso control y análisis de los cultivos o incluso medir el estrés hídrico de las plantas. Además, su uso se ha extendido a la hora de realizar fumigaciones, ya que permiten sobrevolar grandes extensiones de tierra y llegar a zonas de difícil acceso.
- Uso de materiales y energías sostenibles: Aunque durante la primera mitad del 2020 se redujeron las emisiones de CO2 un 8,8% que en el mismo periodo que 2019 según un estudio de la Universidad de Tsinghua en Pekín, la contaminación sigue siendo uno de los grandes problemas de nuestra sociedad. Existe una gran corriente en el paisajismo que aboga por la inclusión de materiales sostenibles y reciclados. Actualmente es posible encontrar una amplia variedad de productos que nos permiten sustituir aquellos más dañinos, como pueden ser el Geosilex, que sustituye al hormigón o la Resysta, que sustituye a la madera. Además, se está apostando por el uso de energías renovables con la instalación de paneles solares, materiales sostenibles o sistemas de riego inteligente que incluyen materiales de acero inoxidable o temporizadores mecánicos e iluminación led.
- Reforestación consciente: Al grave problema de la contaminación ambiental, se suma el rápido avance de la deforestación en todo el mundo, perdiendo así la gran capacidad que tienen los árboles de reducir los niveles de CO2 y transformarlo en oxígeno. En este sentido, un paisajista debe utilizar sus conocimientos para llevar a cabo una reforestación consciente, que apueste por la inclusión de especies autóctonas o evitar variedades de rápido crecimiento puede agotar los alimentos y nutrientes y reducir la fertilidad del lugar. Apostar por la reforestación tiene un gran impacto positivo en el paisaje, ya que se protege al suelo de la erosión y se aumenta su fertilidad, sirve a modo de barrera natural contra el viento para proteger los cultivos o reduce el flujo rápido de las lluvias, lo que puede servir para frenar el impacto de los desastres naturales.
- Automatización y control inteligente: La tecnología también ha influído en el mantenimiento de estos espacios verdes, no solo en su planificación. La tendencia de los hogares y empresas conectadas está en alza y cada vez son más los espacios que funcionan de forma automatizada. Esto ha llegado también al paisajismo, teniendo la posibilidad de controlar los elementos del espacio verde para conseguir un cuidado más eficiente, programando el riego, controlando la eficiencia energética, modificando el ángulo de inclinación del sistema de sombreado o incluso programando el corte del césped utilizando robots. En el caso de tener una piscina, se puede optar por sistemas de mantenimiento y de control de la calidad del agua controlado por un smartphone o la programación del limpiado de piscinas.
“Aunque la modificación del paisaje es una disciplina que se practica desde los inicios de la humanidad, no siempre se ha hecho de la forma más consciente y adecuada para el medio ambiente”, explica Fernando Pozuelo, CEO y fundador de Fernando Pozuelo Landscaping Collection. “Los paisajistas tenemos un compromiso de fomentar, gracias a nuestro trabajo, el cuidado del medio ambiente. En este sentido, gracias a la tecnología, cada vez es posible hacerlo de una forma más eficiente y útil para el ser humano”, comenta.