Ayer tuvimos la oportunidad de probar el nuevo título de Pearl Abyss, padres de Black Desert.

Nos encontramos así con una aventura fantástica de mundo abierto, de estética Medieval y con muchas más promesas de las que pudimos probar en una demo que nos dejó con ganas de más. Una experiencia que recuerda a otros títulos, pero que tiene un estilo propio. Se nos vendrán a la cabeza aventuras que ya hemos vivido, sí, pero no sentiremos que estamos repitiéndolas. Desgranemos poco a poco qué nos encontramos y qué podemos esperar.

¿Qué es Crimson Desert?

Como comentaba previamente, es una aventura de acción ambientada en un mundo de fantasía. En concreto, encarnamos a Kliff, un mercenario al que una misión llevará al continente de Pywell. Lo interesante será ese mundo abierto y la promesa de descubrir una aventura apasionante y misteriosa.

Podremos personalizar nuestra experiencia gracias a una buena cantidad de mecánicas RPG que incluirán tanto equipo nuevo, como nuevas habilidades. También tomaremos decisiones que afectarán directamente a la historia.

Pearl Abyss, estudio encargado de Crimson Desert, ya demostró su buen hacer con el MMORPG Black Desert Online y promete seguir haciéndose notar en una industria tan complicada como esta. Tras probar una hora su nuevo título, no cabe duda de que saben lo que hacen.

Un espectáculo visual

Como es habitual, lo primero que llama la atención de un videojuego son, por supuesto, sus gráficos. En Crimson Desert nos encontramos con un nivel altísimo, demostrando el poderío del motor BlackSpace. Quizá suene como algo sádico, pero la sangre, cuando salpica al protagonista de la aventura, tiene una consistencia, brillo y textura que rara vez vemos en este tipo de productos. Y no solo gráficamente nos encontramos con un auténtico portento, sino que la dirección de arte consigue hacer carismático un campo de juncos, unas ruinas abandonadas o un prado lleno de césped.

Y precisamente el arte es lo más interesante de los escenarios, que serán el sueño de cara a un hipotético modo foto. No tenemos pruebas, pero tampoco dudas, de este juego saldrán bastantes wallpapers.

El diseño de Kliff, el protagonista, cumple, siendo el arquetipo de héroe en este tipo de aventuras, pero el de los enemigos es sobresaliente.

Algo negativo en este sentido será que, en ocasiones, con la cantidad de partículas, humo, lucecitas y barro que veremos en pantalla, perderemos la noción de lo que hacemos. Aunque desarrollaremos un poco más en el siguiente apartado.

Un combate vistoso y divertido, pero…

Durante la hora que duró la demo que probamos, tuvimos oportunidad de enfrentarnos a un grupo de enemigos comunes, a modo de calentamiento, y a cuatro jefes. La primera toma de contacto, el enfrentamiento a bastantes enemigos básicos, fue interesante y no supuso un mayor inconveniente que el de acostumbrarse a unos controles muy similares a lo que estamos acostumbrados. Una buena cantidad de combos y opciones se dan la mano en un gameplay muy divertido. Desde dar patadas en la boca a los enemigos a deslumbrarlos con el reflejo de nuestra hoja, serán recursos y herramientas que emplearemos mucho y que hacen aún más disfrutable la aventura.

No hay nada más complicado que un parry, ligeramente contraintuitivo, en el que entran en juego más botones de los estrictamente necesarios. No es que esté mal, ni mucho menos, aunque no es tan directo como nos gustaría. Eso sí, una vez que se le toma el pulso, será una herramienta útil, como es común en los juegos del estilo en los últimos años, aunque lo usaremos en menos ocasiones de lo habitual por la forma de llevarlo a cabo.

Jefes bien diferenciados

Tras completar este prólogo, llegó el momento de enfrentarnos a cuatro jefes espectaculares. Si bien podíamos elegir el orden, sí que se nos dieron una serie de recomendaciones en este aspecto que seguimos sin rechistar.

El Rey Ciervo

Comenzando por el Rey Ciervo, el único enemigo humano que pudimos probar y, sin duda, el más agresivo de los cuatro. Sin dar un respiro y explicándote con muy poco cariño por qué nadie debería pisar su reino, es ideal para aprender algunas nociones algo más profundas, como las debilidades propias de los jefes y la forma de identificarlas. Pero, porque sí, hay un pero, no reacciona a nuestros golpes o, al menos, a la mayoría de ellos, lo que en más de una ocasión resultaba incómodo y sacaba de una experiencia que, por otro lado, era muy interesante y satisfactoria. Al contrario de lo que sucede en otros títulos, la sensación es la de estar luchando contra un igual, no contra un dios con forma humana. Es una lucha hombre a hombre, hoja a hoja, y siendo algo poco habitual, le da un toque especial. Una magia que estamos deseando poder disfrutar desde casa.

El Demonio del Junco

Una vez derrotado, el siguiente paso fue el Demonio del Junco y aquí, con permiso, paso a hablar de mí y de cómo fue mi jefe favorito de los cuatro. Un jefe propio de juegos protagonizados por shinobis con brazo ortopédico. Rápido, con fases bien diferenciadas y con un carisma especial en sus movimientos. Es interesante como, tras plantear un patrón de ataque habitual, rompe este a mitad de un combo para sorprender. Lástima, eso sí, lo incómodo del parry, que habría supuesto el broche de oro para un combate memorable. El escenario en que se desarrolla es una preciosidad y reacciona de la mejor de las formas a nuestros movimientos. Tener que observar el lugar donde dábamos cada paso sin que luchasemos junto a un precipicio, hace memorable esta pelea. Magnífica.

Maléfica Marie

Seguimos con Maléfica Marie, un jefe muy bien planteado, pero que, a estas alturas de la demo, no llegaba a ofrecer nada especialmente llamativo. Eso sí, no luchaba sola y eso subía la adrenalina por las nubes. Verla invocar constantemente enemigos mientras ella desaparece para atacarte desde cualquier punto del escenario era algo muy interesante y, desde luego, no aburre. Eso sí, sus ataques, en ocasiones, harán que no veamos bien donde estamos y eso puede resultar frustrante. Por suerte, y como todo lo que se hace con cariño y respeto por el jugador, existe la posibilidad de atacar sin pausa hasta agotar el maná, lo que facilitará limpiar la zona.

Reina Rocangrejo

Por último, la Reina Rocangrejo, un jefe grande y más cercano a un puzle, al que escalar en busca de puntos débiles para poder asestarle el golpe final. Un golpe que llega tras una combinación innecesariamente extraña de botones y habilidades. No está mal como concepto, pero la solución a esta batalla es… rara. En primer lugar, solo había una forma de derrotarla y, en segundo, no es la primera forma que se te pasaría por la cabeza, ni la segunda, ni la tercera, si apuramos. Más allá de eso, es muy satisfactorio ver como con esfuerzo todo se consigue.

La grandeza está en los detalles

Esto merece un apartado en sí mismo y es que, además de la reacción del escenario durante la pelea con el Demonio del Junco, hay muchísimos detalles tanto en los enemigos como en la forma de movernos.

Una cosa que me hizo especial ilusión (soy fácil, lo sé) fue ver que no solo subimos bien las escaleras, una tarea que sigue pendiente en muchísimos títulos, especialmente al correr sobre ellas, sino el poder sentarme en un escalón. Puede parecer sencillo, pero demuestra el mimo que hay puesto en este título.

Conclusiones

Estamos cada vez más cerca de su estreno y no queda más que esperarlo con ansia. Visualmente, te explotará la cabeza y los pequeños detalles, acompañados con una banda sonora muy llamativa, harán las delicias de más de uno.

Estoy deseando reencontrarme con estos jefes, enfrentarme a los que aún no conocemos y descubrir su mundo abierto. 2025 suma otro título al que seguir de cerca, en este caso, con mayor atención de la habitual.

Crimson Desert saldrá para PC, Xbox Series X|S y PlayStation 5, aun sin fecha concreta. Mientras tanto, os dejamos un gameplay con el combate contra Maléfica Marie.