Entre enero y junio de 2020 el número de denuncias por ‘okupación’ fue de 7.450, un 5% más que en el mismo periodo del año anterior, según datos del Ministerio del Interior. Y es que la ocupación ilegal de viviendas crece cada año en España. Si en 2013 la Guardia Civil, la Policía Nacional y los cuerpos policiales autonómicos y locales dieron cuenta de 7.739 casos, en 2018 la cifra fue de 12.214, un crecimiento del 58% en cinco años. Además, el confinamiento por COVID19 ha provocado un incremento en la ocupación de segundas residencias. Las cifras registran 1.695 denuncias entre el 14 de marzo y el 31 de mayo de 2020, frente a las 1.149 registradas en el mismo periodo del año anterior.
Norman Sánchez, director general de Watchman Door, explica que este fenómeno ha comportado un aumento en la demanda de las cerraduras y puertas anti-okupa: “La puerta anti-okupa, de nuestro partner STM Seguridad y que integra nuestras cerraduras, como la wGravity o la wOku, es una puerta acorazada construida en su totalidad en acero de alta resistencia, con una cerradura que se controla mediante Bluetooth y detecta cualquier tipo de vibración o intrusión”.
Es decir, el propietario de la vivienda tiene un control total en todo momento y a través de cualquier dispositivo móvil de si alguien entra (o intenta entrar), sale o, en definitiva, interactúa con la cerradura. La estructura de la puerta está diseñada para ofrecer la máxima protección contra la apertura violenta, tanto por el exterior como por el interior. La puerta anti-okupación se instala sobre el marco de la puerta principal de la vivienda, sin alterar ni dañar la puerta original. La estructura permite el cómodo acceso a la vivienda con toda seguridad y es de fácil desmontaje para devolver a la vivienda su apariencia habitual.
“Con cerraduras inteligentes de este tipo -apunta Norman- tenemos un control total de las entradas y salidas del acceso: mediante una clave damos acceso a quien queramos, sabemos quién entra y sale en cada momento, etc. además de evitar otros problemas como la pérdida de llaves”.
A través de un dispositivo móvil el usuario controla y gestiona cualquier tipo de acceso de forma presencial o a distancia. Las soluciones de Watchman Door se aplican en cualquier tipo de acceso: entradas a portales de edificios, ascensores, domicilios particulares, escaparates, expositores y muebles de retail, máquinas de vending, puertas de párquings, de hoteles, de apartamentos turísticos, etc.
Watchman Door, con sede en Barberà del Vallès (Barcelona), desde donde diseña y produce sus productos, es líder con más de 30.000 instalaciones y gestión de control en cerca de 8.000.000 millones de accesos ubicados en el cloud de la compañía. Cuenta con una línea de producción, un servicio de Call Center 24h de atención al cliente y una ingeniería que desarrolla y produce sus productos nacionalmente con gran enfoque tecnológico. Gracias a una firme apuesta por la I+D, obtienen soluciones globales tanto a nivel mecánico, electrónico e informático.
La empresa nació como división tecnológica de STM Seguridad, grupo empresarial especializado en la segurización de activos inmobiliarios. A nivel internacional, en 2019 Watchman Door puso en marcha una nueva delegación en México y también distribuye en Colombia desde su sede en Bogotá. Recientemente ha sido nombrada Pyme innovadora certificada por el Ministerio de Ciencia e Innovación.