En su última junta de accionistas, TSMC, bajo la dirección de Mark Liu, trató temas candentes como la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China, el cambio climático, la pandemia y el conflicto entre Rusia y Ucrania. Liu también aludió a una posible subida de precios del 3-6% en los productos de TSMC.
Contradiciendo así las reducciones de precios previstas para procesadores y tarjetas gráficas en 2024. Para comprender la dirección estratégica de TSMC es necesario conocer a fondo sus decisiones de fijación de precios.
El año en curso está marcado por la introducción de nuevos costes que han ido aumentando progresivamente a lo largo de los anteriores tres años. La asequibilidad del hardware parece estar en declive, principalmente debido a la incapacidad de la tecnología de 5nm de TSMC para compensar la escalada de costes en términos de densidad.
Únicamente la introducción de los procesos de 4nm y, sobre todo, de 3nm podría ofrecer una estructura de precios más rentable para los fabricantes, aunque se limitaría a los chips pequeños y medianos, lo que requeriría de una minuciosa gestión de las obleas.
TSMC también se enfrenta a los desafíos de la demanda y los componentes. La compañía ha reconocido un incremento sustancial de los pedidos, en concreto por parte de NVIDIA, tal y como estaba previsto. Sin embargo, el cumplimiento de estos pedidos no se limita a la producción de chips, ya que TSMC se enfrenta a problemas como los elevados precios de los sustratos y la limitada disponibilidad.
Ante el considerable volumen de pedidos que TSMC está procesando actualmente, se prevén complicaciones logísticas para mantener el ritmo de la demanda. Esta situación recuerda a la de 2021, cuando TSMC tuvo que hacer frente a una demanda considerable y a la escasez de existencias, agotándose los productos con antelación. Aunque la situación actual afecta principalmente a la demanda proveniente de NVIDIA, parece que la compañía está estableciendo una posición dominante en el mercado.
Para 2024, TSMC tiene previsto introducir un incremento del precio por oblea de entre el 3% y el 6%, un avance significativo. Además, la compañía está interrumpiendo sus anteriores ofertas y descuentos vinculados al prepago, la reserva de capacidad y situaciones similares.
Esto implica que el incremento de precios va más allá de un porcentaje fijo, y la interrupción de los descuentos agrava el problema. La correlación entre el rendimiento de las obleas, la cantidad de chips y el coste resulta cada vez más compleja.
Desde finales de 2020, el precio por oblea se ha disparado más de un 40%, a pesar de un descenso transitorio a principios de año. Esto ha provocado un incremento de los precios de los chips.
Vía: Guru3D