ASUS, al igual que otros grandes OEMs de PC, se enfrenta a un escenario cada vez más complejo marcado por la escasez de memoria RAM y el fuerte encarecimiento de los módulos DDR4 y DDR5. Según un informe publicado por el medio iraní Sakhtafzarmag, la compañía taiwanesa estaría valorando un movimiento poco habitual: iniciar la fabricación propia de memoria DRAM a partir de 2026.
La información llega en un momento crítico para el mercado del PC, donde los precios de los portátiles ya empiezan a subir como consecuencia directa de la falta de suministro y de la presión ejercida por el sector de centros de datos e IA, que ha pasado a ser prioritario para los grandes fabricantes de memoria.
La presión del mercado de memoria golpea al PC
Tras el giro estratégico de Samsung, Micron y SK Hynix hacia el negocio de IA y HPC, la disponibilidad de DDR4 y DDR5 para el mercado de consumo se ha reducido de forma notable. Como resultado, los precios de la RAM han aumentado con rapidez, afectando directamente al coste final de portátiles, sobremesas y componentes.
Aunque ASUS es uno de los actores más relevantes del sector del hardware, no figura entre los clientes prioritarios en un contexto de suministro tensionado. Esto deja a la compañía ante dos opciones poco atractivas: trasladar el sobrecoste al consumidor o buscar soluciones alternativas para asegurar el suministro.
Fabricar memoria propia, una opción ambiciosa
Según el citado informe, ASUS estaría estudiando la posibilidad de abrir plantas de fabricación de DRAM en 2026, un movimiento que la colocaría en competencia directa con los actuales gigantes del sector. De materializarse, esta estrategia permitiría a la marca controlar mejor los costes y reducir su dependencia de terceros.
Modelos populares como el ROG Zephyrus G16, así como buena parte de su catálogo de portátiles gaming, estaciones de trabajo y sobremesas, podrían beneficiarse de una mayor estabilidad de precios. El impacto se extendería también al mercado de componentes, donde la subida del coste de la memoria empieza a frenar nuevas configuraciones de PC.
Escepticismo en la industria
A pesar de la solidez del historial de Sakhtafzarmag adelantando movimientos relevantes del sector, no faltan las dudas sobre la viabilidad real del plan. Fabricar DRAM requiere enormes inversiones, acceso a tecnología avanzada y acuerdos de suministro de equipamiento extremadamente complejos.
Algunos analistas consideran que, incluso si ASUS avanzara en esta dirección, seguiría necesitando módulos o silicio de terceros, lo que limitaría el impacto real sobre los precios.
China como posible apoyo estratégico
Otra vía que se baraja es la colaboración con CMXT, un fabricante chino que recientemente ha presentado LPDDR5X y DDR5 propios. En teoría, CMXT podría convertirse en una alternativa parcial a los grandes proveedores tradicionales.
Sin embargo, esta opción tampoco está exenta de obstáculos. CMXT se enfrenta a restricciones de exportación de equipos, derivadas de la regulación estadounidense, y a dificultades para escalar la producción a gran volumen, lo que limita su capacidad para influir de forma decisiva en el mercado global.
Un mercado a la espera de soluciones
En el peor de los escenarios, ASUS podría optar por vender equipos con memoria a precios más elevados, una salida poco deseada tanto por fabricantes como por consumidores. El mercado observa con atención cualquier iniciativa que permita aliviar la escasez antes de 2028, horizonte que SK Hynix ha señalado como posible punto de normalización.
Por ahora, la idea de que ASUS fabrique su propia DDR5 sigue siendo una opción a medio plazo, pero refleja hasta qué punto la crisis de memoria está empujando a los OEMs a replantear su modelo de negocio.
Vía: NotebookCheck


















