Terra Nil ha sido un juego que llevaba siguiendo la pista un tiempo. El videojuego es un medio casi sin límites, pero pese a eso solemos recurrir mucho a un tema concreto: la violencia. Dentro de los juegos de gestión y estrategia, esta violencia se suele ver representar en forma de una colonización o conquista de un territorio. En Factorio debemos expulsar a la especie indígena del planeta y exterminarla. En otros muchos debemos coger un territorio natural y transformarlo en algún tipo de entretenimiento humano (como un parque de atracciones). Pero Terra Nil se aleja de este uso de la violencia y la ocupación para traer el mensaje opuesto: arreglar nuestros errores.
Terra Nil proviene de un equipo cuanto menos curioso. Free Lives antes de crear este juego fueron los responsables de Broforce y Genital Jousting, dos juegos con una ambientación completamente cómica y absurda. En cambio, aquí saltamos a un juego que no solo cambia su estética a algo más “comfy”, sino que pretende enviar un mensaje político y medioambiental muy claro al jugador.
Un mundo que reconstruir
Terra Nil nos pone en una situación postapocalíptica llevada al límite: Toda la Tierra se ha ido al traste y todo es un desierto sin vida o un océano contaminado. Por suerte, encontramos un libro que contiene las indicaciones de como reconstruir los ecosistemas que se perdieron en su momento. Ahora, es nuestro cometido que la Tierra vuelva a ser verde.
Esto se logra a través del uso de máquinas que no queda muy claro de donde conseguimos. Estos edificios nos permiten dar electricidad a la zona para habilitar otros utensilios, nutrir de vuelta la tierra, descontaminar el agua, crear vegetación o diferentes tipos de biomas (playa, estanque, etc). Cuando cumplamos ciertos requisitos, algunas especies de animales empezarán a habitar de nuevo estas tierras.
Pero esto no acaba aquí. Una vez repoblado todo el terreno toca eliminar nuestra huella. Es decir, que toca reciclar toda y cada una de nuestras máquinas para convertirlas en una nave e irnos en ella, para dejar el terreno reconstruido completamente intacto de la influencia humana.
Deberemos hacer esto con cuatro terrenos diferentes, aunque una vez completamos los cuatro (punto donde se supone que finaliza Terra Nil) podremos volver a cada zona en un modo más desafiante que el anterior.
Puzzles gestionables
He mentido un poco al llamar a Terra Nil un juego de gestión. En verdad, el juego de Free Lives es un juego de puzles, que usa las mecánicas de los títulos de gestión para plantearnos estos rompecabezas. Cada escenario en Terra Nil está dividido en tres fases principales:
En primer lugar, está la fase de eliminar la contaminación. Deberemos hacer la tierra fértil y limpiar los océanos en primer lugar antes que nada, para poder seguir trabajando.
A continuación tenemos la fase de reconstrucción de biomas. Deberemos usar diferentes edificios para trasformar cada terreno en un tipo concreto de bioma. Por ejemplo, en el primer mapa deberemos crear bosques, campos de flores y estanques. Cada uno de ellos debe ocupar un porcentaje del terreno antes de pasar a la tercera fase.
La última y tercera fase contiene dos procesos en uno. Por un lado, rehabilitar el terreno de animales encontrando los puntos donde podrían habitar. Deberemos usar un radar en un terreno para saber que condiciones cumple ese punto para el hábitat de la especie. Una vez encontrado, ese animal empezará a aparecer ahí. Por el otro lado, deberemos reciclar todos los edificios que hemos usado y limpiar todo rastro de nuestra actividad antes de partir.
¿Dónde esta el desafío entonces en Terra Nil? Que tenemos un número limitado de recursos. Cada edificio o habilidad de los mismos consume ciertos puntos, pero cuando aportemos a reconstruir el bioma también lo recuperaremos. Es por eso que no podemos hacer todo al azar, si no que debemos planificar cuales van a ser nuestros pasos y encontrar un equilibrio entre la reconstrucción del bioma pero manteniendo una cantidad de recursos suficientes. Si llegamos a la bancarrota, será game over y deberemos empezar desde cero o desde la última fase alcanzada.
Poco contenido, pero muy extendido
No se puede decir que Terra Nil sea un juego extenso. Como ya he dicho, el juego cuenta solo con cuatro “niveles” principales, más otros cuatro que se desbloquean más tarde, donde se mezclan las mecánicas para ofrecer un mayor desafío.
Además, todos los niveles se generan de forma aleatoria. Cada vez que reiniciemos o empecemos un terreno de nuevo, nos encontraremos con otra disposición, lo cual nos hará cambiar levemente nuestra estrategia, como si de un roguelike se tratara.
Por último, la dificultad nos permite exprimir mucho más la experiencia en Terra Nil. No solo contamos con tres niveles de dificultad, sino que podemos personalizarlo a nuestro gusto, poniéndonos retos específicos a través de una generosa cantidad de parámetros.
El mensaje de Terra Nil
Terra Nil no deja de ser un juego que busca que te relajes mientras te propone un pequeño desafío haciendo que pienses cuáles serán tus siguientes pasos. De hecho, incluso esto es opcional, ya que la dificultad es completamente ajustable por si queremos algo más simple (o algo más exigente, según nuestro estilo de juego). Pero es imposible obviar que Terra Nil también busca dar un mensaje ecologista, incluso desde un punto de vista en ocasiones educativo.
Por ejemplo, durante el primer escenario deberemos crear incendios controlados para crear ceniza y así fertilizar la tierra para poder crear un bosque a continuación. Esto es una medida que ocurre en el mundo real, tal y como compartía la cuenta oficial de Terra Nil por Twitter hace unas semanas. Está claro que el mensaje que pretende transmitir Terra Nil es el de la responsabilidad ecológica. No trata tanto sobre la conservación del medioambiente, si no sobre su reconstrucción.
Me gusta que Terra Nil se atreva a invertir los roles de un género videojuegil para crear no solo una experiencia divertida, sino también con significado. Aun así, creo que este mensaje se contamina un poco debido a como funcionan estas mecánicas. Usamos complejas máquinas para realizar todas las acciones, pero, curiosamente, nunca vemos una persona. Todo se realiza desde un enfoque individual, no colectivo, lo cual hace que sienta que esto es más la representación de una utopía ¿De verdad es el uso de las máquinas la solución a arreglar la biodiversidad? ¿No es necesario el trabajo de la comunidad, de la sociedad como conjunto para arreglar esto? Estas dudas no dejan de ser una crítica pequeña, que se ensombrecen cuando vemos el dibujo al completo, pero siguen ahí, creando una pequeña duda mientras se juega a Terra Nil sobre si esto no es solo una forma de reconfortarnos, pensando que toda la contaminación tiene solución.
Conclusiones
Terra Nil es una obra inusual y que me ha resultado una experiencia muy refrescante. No solo nos encontramos ante un entretenido juego de puzles que usa el género de la gestión para ofrecer una jugabilidad única, sino que además envía un mensaje que quizás nos hacía falta, en especial en una industria donde usamos la violencia de una forma ridículamente común (aunque existen varias excepciones, obviamente).
Quizás se eche en falta una mayor profundidad. Si bien es verdad que el contenido es lo suficientemente extenso para disfrutarlo, en ocasiones uno se puede quedar con poco sabor de boca. Se echa en falta un reto diario, o un modo para ir probando diferentes configuraciones sin tener que hacerlo a mano,
Aun con esto, Terra Nil no deja de ser una de esas experiencias que, simplemente, son muy agradables.
Agradecemos a Cosmocover la confianza depositada en nosotros al cedernos Terra Nil en PCpara su análisis.
Fanáticos del Hardware otorga la medalla de ORO a Terra Nil
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