Cuando pensamos en cuentos de hadas, se nos viene a la cabeza mundos de fantasía, seres fantásticos e historias únicas en las que el protagonista siempre acaba triunfando frente a un villano infame. Todo lo contrario a lo que nos presenta Tails of Iron. En este título desarrollado por Odd Bug Studio, vamos a encontrar tragedia, sangre y muchas dificultades en la piel de un pobre ratoncillo que se ve en la obligación de heredar un reino en guerra. Un lobo bajo la piel de un cordero que engaña por su estética, pero que presenta un reto más que estimulante.
Un Juego de Tronos con animales
La historia de Tails of Iron nos presenta a Redgi, el hijo de un viejo héroe y rey que se ve obligado a ceder la corona ante su vejez. Apenas alcanzado su nuevo estatus cómo gobernante, la tragedia asola al reino y las ranas deciden invadir sus tierras. Así, el protagonista queda en una situación precaria en la que deberá lucha por recuperar su honor. Una historia de superación, esfuerzo y desgracia que si bien ya hemos visto anteriormente, (véase Final Fantasy XV), no duda en sorprendernos mediante escenas impactantes y mucha violencia. Con algunos giros inesperados, este «cuento» parece una versión animada de Juego de Tronos en cuanto a brutalidad se refiere. Que no os engañe su apariencia, puesto que todo lo que tiene de bonito, lo tiene también de sanguinario. Sin embargo, si bien el juego cuenta con suficiente contexto y desarrollo narrativo como para plantear una historia épica, el principal atractivo reside en sus combates.
Un sistema de combate frenético
En cuanto a jugabilidad se refiere, Tails of Iron se presenta como un ARPG con toques de metroidvania y una fuerte inspiración en Hollow Knight. Lo vemos en detalles cómo el uso de bancos para descansar, el desplazamiento 2D, el diseño de algunos enemigos o el propio sistema de curación; sólo que aquí en vez de almas, consumiremos zumo. Donde sí dista de este y adquiere el tinte de «souls» es a la hora de enfrentarnos con los enemigos. Las ranas son nuestro principal adversario, ya sea en forma de enemigo común o jefe. Hay distintos ataques que podemos identificar por su color: los ataques rojos sólo se pueden esquivar y los amarillos se pueden rebatir. Esto es así gracias al sistema de parry que a los seguidores de los juegos de From Software tanto nos gusta y que disfrutaremos provistos de escudo. Sin embargo, esto va más allá y lejos de haber sólo una forma de rebatir, si queremos hacer un bloqueo perfecto que desequilibre al enemigo, vamos a tener que encontrar el timing perfecto para después atacar con nuestra arma.
Es interesante también, ver cómo en función del tipo de arma que llevemos el peso y el movimiento del personaje es distinto. El cambio de arma es rápido, generalmente encontramos estas herramientas de nuestros enemigos caídos, pudiendo experimentar el estilo de combate que más nos guste. En general, la experiencia es estimulante. Requiere que el jugador permanezca alerta, sobre todo cuando hay más de un enemigo al acecho. Además el juego suele combinar distintos tipos de rivales para que tengamos que hacer frente a amenazas variadas. En un comienzo me costó adaptarme algunos intentos a los controles del mando, incluso viniendo de juegos como Sekiro, pero después, la experiencia fue muy divertida. La dificultad no llega al nivel casi frustrante de los souls, pero no se queda lejos, ya que morir es bastante sencillo y nos tenemos que mentalizar en repetir ciertas zonas. Tened cuidado y estad pendiente de coger los bancos. A mí me ha llegado a pasar que no los he visto y tener que repetir varios enfrentamientos seguidos por despiste.
¿Qué podemos hacer en Tails of Iron?
Independientemente de los combates, Tails of Iron ofrece también ciertas dosis de exploración, aunque cabe decir que dista mucho de llegar a un nivel tan amplio como un metroidvania; apenas unas pinceladas. En general, el camino es bastante lineal y aunque a veces tenemos que regresar a ciertas zonas o contemos con un viaje rápido, lo cierto es que se echa en falta un mundo un poco más amplio . Mundo que por cierto luce espectacular gracias a un detallado apartado artístico en el que incluso los fondos están animados en distintas capas y lleno de detalles. La música y el apartado sonoro también acompaña. Cabe decir que los sonidos de los «diálogos» pueden ser algo desafortunados y digo diálogos, porque realmente la información se nos da a través de bocadillos con iconos. Mención aparte recibe la narración de algunas escenas a modo de cuento por parte de Doug Cockle, actor de doblaje de Geralt de Rivia, en una estupenda interpretación.
Nuestra progresión viene dada a partir del equipamiento que vayamos encontrando o fabricando. Contaremos con armaduras en forma de piezas a las que debemos atender en función de su peso. En ese sentido, creo que el juego está bien equilibrando notando los cambios durante la acción de una armadura u otra. Entre otras facultades podremos cocinar o realizar alguna misión secundaria del tablón, pero cabe decir que es un juego bastante directo a lo largo de las 10 horas que dura su aventura. Tampoco necesita más; ofrece un reto sin caer en el alargamiento innecesario de una propuesta sencilla, pero ejecutada de manera excelente.
Conclusiones de Tails of Iron
Tails of Iron me ha sorprendido desde el primero momento por el elaborado trabajo que ha conllevado y un sistema de combate exigente, pero satisfactorio. Sigue la estela de los souls y aunque lo hace a un nivel algo más sencillo, el resultado es muy interesante. Se mantiene dentro del género y aunque no llega a innovar dentro de lo que ya conocemos, lo suple con una estupenda ejecución y una presentación cuidada. Es cierto que un poco de exploración hubiera aportado más complejidad al título, puesto que los propios escenarios invitan a ello. Sin embargo, hablamos de un título dispuesto a sorprender al jugador y a proporcionar algo más que una simple aventura de cuento. Sin duda, muy recomendable.
Agradecemos a Meridiem Games la confianza depositada en nosotros al cedernos Tails of Iron para su análisis.
Fanáticos del Hardware otorga la medalla de PLATA a Tails of Iron
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