Análisis de Sifu para PS5. El camino de la venganza nunca ha sido tan satisfactorio

Sifu ha llegado para PlayStation y PC dispuesto a romper los límites del género beat’em up y de los clásicos como Street of Rage o Final Fight con unos combates más que exigentes. No en vano ha sido comparado con Sekiro por su precisión y es que Sloclap ha sabido entrar por la puerta grande después del lanzamiento de Absolver. Si las artes marciales ya son de por sí duras, imagínate cuando tienes por delante todo un camino de venganza que no duda en emular a los grandes cinematográficos como Oldboy o Kill Bill.

Análisis de Sifu para PS5

Si buscas un beat’em up tradicional, Sifu no es el indicado y, aunque se haya anunciado la implementación de distintos niveles de dificultad, lo cierto es que desde un inicio ha sido concebido como un auténtico reto. Indagar más en lo difícil que puede resultar ahora que va a ser más accesible no tiene mucho sentido, pero sí cabe destacar la precisión que requiere en cada uno de sus combates. En mi caso, caí en el error pensando que sería un título más del género y acabé sudando hasta que me di cuenta de que si quería avanzar tenía que emplearme duro.

Sifu no es un machaca-botones, más bien al revés: cuenta con un complejo entramado de comandos y la necesidad de efectuar contraataques precisos si no queremos ser presa del aturdimiento. De ahí que se le compare con su compañero de From Software al tener que hacer uso de unos rápidos reflejos y atender a la resistencia de nuestro protagonista.

Sin duda, una de las características más peculiares de este título es que cada vez que morimos vamos a envejecer. De esta forma, se establece cierta penalización que obliga al jugador a hacerlo lo mejor posible, porque, según con qué edad lleguemos a cada una de las cinco zonas, podemos haber sentenciado la partida de antemano. Esto implica que la experiencia y las habilidades adquiridas se pierden para darnos una nueva oportunidad desde cero, a no ser que gastemos cinco veces más de experiencia en blindar el progreso. Así, un título no especialmente largo, puede ver proyectada su duración en función de la soltura del jugador.

El camino de la venganza

Por supuesto, todo este conglomerado de golpes no son gratis sino que hay una historia detrás, historia, que si bien no es muy original, tiene un gran significado detrás. Sifu es una oda a grandes exponentes cinematográficos como Oldboy o Kill Bill, así como de las películas de Bruce Lee. De estas se han sacado movimientos, planos e incluso diseño de jefes.

Nuestro protagonista, que puede ser hombre o mujer, ve como su padre es brutalmente asesinado por un discípulo y su grupo tomando venganza tras años de entrenamiento en las artes marciales. De esta manera, nuestro recorrido pasa por las zonas en las que cada uno de esos jefes se encuentra. Esta premisa sirve para contextualizar, pero deja el protagonismo principal a la jugabilidad. Más allá de eso, podemos encontrar algunos secretos e información secundaria a través de la exploración (aunque es bastante lineal) sobre todo de personajes. De la misma manera, hay varios finales que pueden llevarnos a un desenlace u otro en función de nuestros actos. La partida se da por perdida si alcanzamos un tope de 75 años.

Un indie con una gran propuesta

Con todo ello, la propuesta no deja de ser comedida y se le pueden ver las costuras, sobre todo a nivel gráfico. Si bien el planteamiento de los niveles se sale de lo lineal del género y presenta unos escenarios detallados, en muchas ocasiones se pueden percibir ciertos errores como popping o clipping. Sin embargo, esto solo denota la modestia del producto y no la falta de talento. En los puntos en los que tiene que funcionar, la jugabilidad, no hay «peros» posibles: funcionan como un tiro.

Por otra parte, en el apartado artístico se ha optado por un estilo cell shading que tan de moda está actualmente permitiendo materializar los conceptos de una forma más sencilla y resultona visualmente. De esta manera, encontramos escenarios detallados, variación visual en cada nivel y un buen diseño en los personajes, todo ello sin perder la influencia estética oriental tanto actual como tradicional.

Sifu

Conclusiones

Sin duda, una de las sorpresas en este comienzo de año que ha mejorado las expectativas que se tenían sobre él. Ya nos había cautivado en sus adelantos y no ha decepcionado con su llegada. Sifu se engloba en este conjunto de juegos estimulantes que mantienen en todo el momento centrado al jugador requiriendo de él su mejor esfuerzo.

Sloclap ha sabido como renovar un género que casi parecía olvidado o relegado para nostálgicos y lo ha resucitado de una forma completamente innovadora. De esta manera, se transmite el mensaje de complejidad a la hora de utilizar las artes marciales y de lo duro que es el camino de la venganza.

Fanáticos del Hardware otorga la medalla de PLATA a Sifu

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