Análisis de Dying Light 2: mantenerse humano nunca fue más divertido

Análisis de Dying Light 2: mantenerse humano nunca fue más divertido

Muchas noches han pasado desde el lanzamiento de la primera entrega que nos llevaba a vivir las aventuras en la ciudad de Harran, la cual había sido puesta en cuarentena y aislada del resto de la civilización. 7 años después, al fin tenemos una segunda parte del frenético título desarrollado por Techland. Hay que recordar que Dying Light 2 estaba previsto originalmente para 2020, pero se unió a muchos otros en “los nominados a retrasos del año”. Tal fue el retraso que al cabo de un tiempo se dispararon los rumores acerca de su desarrollo y de problemas internos, hasta tal punto que el propio estudio tuvo que realizar comunicados y videos respondiendo las preguntas de los seguidores para desmentir esta situación. Y aunque la espera ha sido larga, al fin hemos podido atarnos las zapatillas y echarle el guante.

Rendimiento

Antes de comenzar voy a hablar del rendimiento del juego en mi equipo con la versión de PC. Había leído que en algunos casos el juego tenía un rendimiento inferior a lo esperado, pero ese no ha sido mi caso. Yo lo he jugado a una resolución de 3440 x 1440 y, con mi GTX 1080 ti, I7 7700K y 32 GB de RAM no me ha bajado de 55 Fps, en el peor de los casos, y se ha mantenido sobre los 60 Fps jugándolo en alto con el modo D3D11. Por lo que en mi caso no tengo activado el Raytracing. Su buen rendimiento es algo que no me sorprende especialmente, ya que pese a tener una mejora en el apartado visual, los gráficos no están a la altura de los últimos vistos en la “pasada” generación. Aún así, todo es cuestión de que probéis la configuración que mejor se adapte a vuestros ordenadores.

Creo que nadie esperaba que Dying Light 2 fuese un portento gráfico, por lo que no deberíamos echarnos las manos a la cabeza en este aspecto.  Lo más destacable en este aspecto son los detalles de las ropas y complementos y en las animaciones faciales. La peor parte se la lleva el sonido. No es que la banda sonora destaque especialmente, acompaña, que es lo que me esperaba. El principal problema está en los diálogos y otros sonidos ambientales. Hay frases que se cortan antes de tiempo atropellándose con otra o dejando un silencio temporal que rompe la experiencia narrativa y hay otras que no sé si por traducción o por cualquier otro motivo, no tienen mucho sentido. Esto sumado a que no en pocas ocasiones he escuchado infectados cerca que no estaban por mucho que buscase, lo convierten en lo peor del título.

Análisis de Dying Light 2: mantenerse humano nunca fue más divertido

Dying Light 2 está en forma y lo sabe

Sin más preliminares, os voy a comentar mi experiencia dentro del juego dando pequeñas pinceladas del comienzo del mismo. Nada más comenzar, el título nos muestra una introducción en la que nos explica que el virus de Harran fue contenido. Pero, como no podía ser de otra forma, unas investigaciones poco éticas del mismo acabaron con provocar el colapso de la civilización, terminando con la vida tal y como la conocíamos. Esto sirve para poner en contexto a nuestro protagonista, Aiden, un peregrino que se dedica a viajar entre los distintos poblados por sus propios motivos. La aventura comienza en un bosque junto a un compañero que nos guiará para familiarizarnos con los controles básicos, lo justo para que lleguemos a la ciudad donde está lo jugoso.

El título es muy continuista y digo esto porque, si no te gusto el primero, probablemente el segundo no lo hará. Techland sabe que es lo que hizo bien con Dying Light y este puede definirse como más y un poco mejor. Justo lo que yo quería. Recorrer los tejados haciendo parkour es el punto fuerte del título, lo que sumado a ir despedazando vírico es puro placer y adrenalina. Por otra parte, se nota el trabajo que han realizado diseñando los mapas. En la mayoría de casos, sea cual sea el camino siempre podrás recorrerlo por los tejados o por el interior de algunos edificios según te convenga, aunque no siempre será en línea recta. Todo es cuestión de observar bien el entorno y buscar el punto por el que seguir avanzando. Y esto tiene su miga. Yo personalmente he muerto muchas más veces por saltar al vacío o calcular mal una distancia que a causa de los infestados, incluso de noche. Porque reconozcámoslo, la tensión y la adrenalina de este juego ocurre a la poca luz de la luna.

Dying Light 2

Como ya pasaba en la primera entrega, durante la noche es casi imposible sobrevivir a base de machetazos, ya que en cualquier momento comenzará una persecución en la que te verás rodeado y posiblemente muerto a no ser que corras y mucho. El combate cuerpo a cuerpo sigue siendo muy sencillo, y desde los primeros compases, puedes ir adquiriendo modificaciones para aplicar a tus armas, pudiendo quemar o electrocutar cuando golpeas a tus enemigos. Otro elemento a tener en cuenta es la fabricación de distintos accesorios como granadas, petardos o lámparas UV que, junto con el resto de nuestro equipo, nos ayudarán a enfrentar las distintas situaciones. Aunque ninguna como jugar con un compañero.

Este juego mejora y mucho en compañía

Esto es algo que ya hacía el primero. Y es que, yo personalmente, disfruto mucho más de esta aventura acompañado de amigos con los que picarme en llegar a un punto más rápido, eliminar a los monstruos más fuertes y echarnos unas risas. Porque si, el juego da para momentos muy divertidos cuando uno mete la pata o se cae entre 2 edificios porque no ha llegado saltando. También cabe destacar que ciertas situaciones son más fáciles de solventar cuando se hacen en compañía de hasta 3 jugadores más.

¿Qué hay de nuevo?

Lo que más intriga me había levantado era algo en lo que el estudio ha hecho mucho hincapié, sobre todo en los últimos meses. Su sistema de decisiones que cambiarían el mundo y el transcurso de la historia. Pues, una vez más, era tal y como lo esperaba. Si, hay decisiones, y si, algunas afectan tal y como nos las explicaron. Pero más allá de algunos momentos puntuales de la campaña o de asignarle el control de una zona a una facción, obteniendo así mejoras como tirolinas o trampas dependiendo de a quien se la demos, pienso que se ha abusado un poco de este sistema.

Conclusiones de Dying Light 2

Aunque en este caso la campaña principal cuente con unos padrinos célebres como son Rosario Dawson o David Belle, la historia no es especialmente potente. Está bien y da pie a que nos mantengamos interesados. Pero lo bueno sigue estando es su jugabilidad. Es cierto que el juego tiene bugs muy molestos y que obligan a reiniciar misiones en algunas ocasiones, pero… en resumidas cuentas, es muy satisfactorio, a la par que divertido, mejorar tu personaje para recorrer la ciudad dando brincos como locos eliminando zombis, o huyendo de ellos durante la noche, y poner a prueba nuestra habilidad haciendo parkour y usando el arco para hacer combos brutales. Por lo que, en mi opinión, Techland ha cumplido notablemente con Dying Light 2.

Fanáticos del Hardware otorga la medalla de PLATA a Dying Light 2

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