Análisis de Bomb Rush Cyberfunk – La secuela que necesitábamos

Análisis de Bomb Rush Cyberfunk – La secuela que necesitábamos

Hoy en Fanáticos del Hardware os traemos un carismático juego independiente de la mano de Team Reptile. Bomb Rush Cyberfunk es un título arcade, centrado en las puntuaciones y con un estilo noventero muy marcado. Estrenado el 18 de agosto de 2023, este sucesor espiritual del mítico juego de SEGA nos llega por fin en formato físico de la mano de Meridiem Games desde el 5 de diciembre. Ahora que ya está disponible en todas las plataformas, es hora de contaros que nos ha parecido este curioso título.

Una ciudad de libertad

Hay que tener mucha valentía para cargar con la responsabilidad de crear una secuela espiritual de un juego de culto. Y si encima ese juego se llama Jet Set Radio, la sensación de vértigo es todavía mayor. El icónico juego de SEGA llevaba 20 años creando un halo a su alrededor de juego de culto. De rara avis dentro de una industria cada vez más contaminada por lo genérico y lo convencional. Beat y sus amigos llegaron de la mano de Dreamcast, una curiosa consola que atesora en su catálogo rarezas de valor incalculable. Frutos de un tiempo donde los mundos abiertos o la obsesión por el realismo no eran la norma. Y con todo ese caldo de cultivo creado, Team Reptile decide dar un golpe sobre la mesa. Tirando de valentía, pero también de muchísimo talento, deciden dar un paso adelante y apostar por ese espíritu.

Porque no contentos con eso, Bomb Rush Cyberfunk tiene además un alma y estilo propio. La ciudad por la que transitaremos, New Amsterdam, es un crisol de culturas y estilos colisionando en un gigantesco homenaje a la cultura urbana. En los primeros compases conocemos a nuestro decapitado protagonista, quien pierde la cabeza en su huida de la cárcel por parte del líder de una banda rival. Armado con un reemplazo robot y con sus recuerdos borrosos, tendremos que hacer piña con la Bomb Rush Crew para recuperar el control de la ciudad y descubrir la verdad. Con esta premisa como base, construye una dinámica de lucha territorial donde deberemos ascender en popularidad retando a las diferentes bandas callejeras.

Análisis de Bomb Rush Cyberfunk - La secuela que necesitábamos

Aquí es donde se nos presenta la principal premisa jugable de este título. Cada nueva zona del mapa está dominada por una banda, por lo que tendremos que explorarla para encontrar sus grafitis y taparlos con los nuestros. Una vez llamemos su atención, los miembros nos desafiarán a distintos retos alrededor de la ciudad en secciones cortas, pero muy intensas. Deberemos copiar sus secuencias de trucos en pequeñas zonas acotadas o superarlos en vertiginosas carreras. Aunque todo esto no son más que pequeños entrenamientos para el enfrentamiento final: Una sección libre de 2 minutos por toda la ciudad donde deberemos superar la puntuación del líder si queremos derrotar a la banda por completo.

El movimiento como pilar fundamental

Esta estructura de niveles marca el estilo de juego por completo, haciendo que se diferencie de forma positiva de títulos similares. Resulta atrevido, además, puesto que al principio los escenarios parecen algo vacíos en comparación. Lo que sucede aquí es que la manera de jugar correctamente no reside en los trucos, sino en el desplazamiento. Bomb Rush Cyberfunk no quiere que repitas y encadenes trucos en pequeñas zonas del mapa. Y esto se explica genial gracias a los diferentes desafíos de los miembros de las bandas, que sirven como tutorial camuflado de forma excelente.

Análisis de Bomb Rush Cyberfunk - La secuela que necesitábamos

Una puntuación elevada se consigue empleando toda la ciudad para tu demostración de habilidad, siendo la dificultad logra encadenar cada obstáculo sin perder el ritmo. Los trucos sirven para ganar tiempo y obtener algunos puntos extras mientras nos desplazamos a la siguiente rampa que grindear. Pero si volvemos a pasar por la misma zona, el multiplicador no se amplía. Ese cambio de mentalidad cuesta unas horas acostumbrarse: Pero cuando lo haces no hay vuelta atrás. La sensación de tener toda la topografía de un barrio en tu cabeza para encadenar una secuencia de minutos sin tocar el suelo es irrepetible. Pasar de las paredes a las barandillas y encadenar los trucos justos para acceder a una nueva zona sin perder el combo se convierte en tu rutina. Y el juego te da todas las herramientas para que te acostumbres a su particular estilo.

No por nada vamos armados con un propulsor, que nos permite sortear esas incómodas distancias entre obstáculos. Y los coleccionables se esconden en secciones del mapa, inaccesibles en un primer vistazo. Pero que se convierten en triviales cuando te esfuerzas por entender el escenario y comprendes lo que el nivel está pidiendo de ti. Las recompensas además son fantásticas, porque nos permiten equiparnos con trajes alternativos o desbloquear nuevas pistas de música. Pero por si no fuera suficiente, todo este despliegue de talento y movimiento se condensa en las fases finales de cada episodio. Estos niveles psicodélicos son viajes a la mente de nuestro protagonista, una excusa perfecta para realizar un impresionante despliegue visual. Empleando elementos del nivel que acabamos de superar, nos propone un recorrido entre dos puntos donde deberemos probar nuestra capacidad de desplazamiento.

Un equilibrio de fuerzas

Como veis, el juego logra enlazar argumento y mecánicas de forma magistral. Aunque su premisa jugable pueda ser diferente al Jet Set Radio original, logra explicarse de forma sublime para entender que son similares en aspecto, más no en forma. Y agradezco que decidan diferenciarse por la premisa jugable y no en la estética. Su compromiso con el original le hacen gozar de un estilo que muchos títulos triple A matarían por tener. Con gráficos actuales y una resolución perfecta, Bomb Rush Cyberfunk goza de un low-poly y una paleta de colores preciosa. Su aspecto emula ese espíritu de finales de los 90 que impregna el resto de elementos, como los grafitis o los bailes de los personajes.

Análisis de Bomb Rush Cyberfunk - La secuela que necesitábamos

Mención especial aparte merece la banda sonora, que se ha convertido en mi lista de reproducción habitual desde que tuve la suerte de escucharla. Si todo el juego es un homenaje gigantesco al título de SEGA, su banda sonora es directamente una oda. Una demostración de pasión sin precedentes por el funk, el hip-hop y los ritmos urbanos que te harán menear la cabeza de forma inconsciente. Todo ello mezclado con ritmos futuristas de EDM y de house creando una simbiosis de estilos perfecta que dotan a New Amsterdam de un carisma envidiable. Con decir que el propio compositor de Jet Set Radio, Hideki Naganuma, ha colaborado para la elaboración de tres temas, creo que me sobran las palabras.

El único choque de fuerzas que no termina de resolver es el de sus combates. Por fortuna, las secciones de combate obligatorio se cuentan con los dedos de una mano. Pero aun así, son un aspecto que habría gozado de una segunda vuelta o de una eliminación por completo. No permite encadenar combos interesantes y casi no tenemos opciones para defendernos. Es simple, repetitivo y corta todo el ritmo con el que nos enfrentábamos al diseño de niveles. Parece que estuvieran por compromiso, por aportar un punto de tensión a la historia. Sin embargo, creo que habría sido mucho más inteligente aprovechar todo ese énfasis en el movimiento y la gestión del espacio para darle un cambio de estilo. Un sistema de huidas con estrellas de notoriedad o una sección de plataformas con elementos hostiles son quizá alternativas mejores a lo que tenemos.

Nuestras conclusiones sobre Bomb Rush Cyberfunk

En una industria donde las tendencias se copian sin miramientos y los verdaderos homenajes escasean, Team Reptile ha conseguido magia. Su título no pretende ser una copia de Jet Set Radio ni se siente como tal. Es un título con esencia propia, con ideas nuevas y con un carisma que brilla con tanta fuerza que enamora en segundos. Tiene respeto por su referente, al que trata con sumo cariño y que no esconde su carácter de secuela espiritual. Cumplir esa misión suena a locura, pues imitar a una joya de la Dreamcast conlleva unas expectativas difíciles de alcanzar.

Pero con su lanzamiento en consola ya no hay excusa. Bomb Rush Cyberfunk es una de esas propuestas independientes que te hacen reconciliarte con una industria que a veces se pasa de genérica. Una propuesta arcade, sencilla de controlar y difícil de dominar, es todo lo que hace falta para sacarte una sonrisa. Con un diseño de niveles atractivo y una banda sonora que se va contigo a la cama, es un título imposible de recomendar. Agradezco que SEGA quiera resucitar la franquicia, pero creo que van a tener un nuevo referente al que superar. Y ese es el mayor elogio que puede recibir el juego.


Agradecemos a Meridiem Games la confianza depositada en nosotros al cedernos una clave de Bomb Rush Cyberfunk para la elaboración de su análisis en Nintendo Switch

Fanáticos del Hardware otorga la medalla de ORO a Bomb Rush Cyberfunk

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