El próximo 21 de octubre se celebra el Día Mundial del Ahorro de Energía con el objetivo de reflexionar sobre el consumo energético que se tiene en la vida cotidiana: el cambio climático y la necesidad de ser más respetuosos con el medio ambiente. A esto se añade, por supuesto, el aumento de la factura de la luz que hemos sufrido en España en los últimos años: la calefacción, el agua caliente, la iluminación o el aire acondicionado contribuyen al gasto energético de un hogar.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, en nuestras cocinas empleamos el 9,3% de la energía; el 11,2% se emplea en la iluminación y 2,3% en la refrigeración de alimentos. También hay que tener en cuenta la calefacción de los hogares, que consume un 7,4% y la refrigeración de los aparatos de aire acondicionado, un 7,5%. De la misma forma, los aparatos en stand-by consumen hasta un 6,6% de la energía que empleamos. En general, son los electrodomésticos los que se llevan el primer premio de las facturas: emplean hasta el 55,2 % de la energía total de nuestras casas.
SPC, la compañía tecnológica española especializada en el desarrollo de productos smart, apuesta por el ahorro de electricidad a través de sus productos IoT para contribuir a reducir el consumo de las viviendas en su día a día. Con motivo de la cita, la marca recopila algunos consejos y aplicaciones básicas sobre cómo optimizar el consumo de electricidad y sus beneficios para el medio ambiente y la economía personal.
La vivienda, a la temperatura justa
El invierno está a la vuelta de la esquina, y muchas viviendas tendrán la calefacción en marcha prácticamente todo el día. No obstante, bajando la temperatura a 16 grados durante la noche es posible consumir un 13% menos. Si se reduce igualmente cuando la casa está vacía, el ahorro puede alcanzar el 24%.
El uso de termostatos inteligentes permite controlar de forma inalámbrica la temperatura de la vivienda: los usuarios podrán enfrentar los cambios de temperatura con la máxima comodidad y sin la preocupación de encontrarse al final del mes con una vertiginosa factura de luz o de gas, además de reducir considerablemente el impacto sobre el medioambiente.
Hay algunas referencias que también reconocen si hay ventanas abiertas e incorporan la función de geolocalización, creando una automatización para que la calefacción se ajuste a una determinada temperatura cuando se encuentran cerca de la vivienda.
Otra opción es instalar válvulas inteligentes en las diferentes habitaciones de la vivienda. Su instalación es rápida y sencilla y permiten decidir la temperatura habitación por habitación: no será necesario consumir energía en aquellas estancias que, por su orientación u otras características, ya cuenten con una temperatura ideal, optimizando el consumo al cien por cien.
Iluminación a golpe de clic
Un sistema de iluminación domótica en el hogar es más confortable y, al mismo tiempo, mejora la eficiencia energética y la seguridad de la casa. A golpe de clic en su smartphone el usuario puede encender o apagar las luces, regular la intensidad y cambiar la tonalidad, y permite verificar si hemos dejado alguna encendida al salir de casa, otro de los principales factores que aumentan el gasto. Además, las bombillas LED inteligentes son modelos más eficientes a la hora de producir luz, contando de media con un 80% de ahorro respecto a las incandescentes. Por ejemplo, con una bombilla LED de 10W de potencia se consigue el mismo resultado que con una tradicional de 75W.
Soluciones como la línea Aura de SPC, además de hacernos la vida más cómoda, permiten gestionar mejor la electricidad que se gasta en casa, lo que ayudará a ser más sostenibles en el día a día. Está calificada con eficiencia energética de clase A+ y cuentan con una vida útil de 15.000 (Aura 450) a 25.000 horas (Aura 800 y Aura 1050), lo que supone hasta 15 años de autonomía durante una media de 4 horas diarias.
Enchufes smart para los aparatos que consumen grandes cantidades de electricidad
Los electrodomésticos y aparatos electrónicos son cada vez más eficientes y consumen menos energía que los modelos de hace diez años, aunque siguen representando el grueso del gasto energético en el hogar. Los enchufes y regletas inteligentes permiten automatizar estos aparatos y evitar que se queden en reposo, o apagarlos automáticamente al salir de casa o al irse a dormir. De esta forma, el consumo en espera se eliminaría hasta el punto de ahorrar de 9 euros al año —con una cadena de música— a 6 euros al año —en consolas de videojuegos—, según cifras de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), consiguiendo además un uso más sostenible.
Gracias a los enchufes inteligentes es posible escoger qué aparatos pueden funcionar simultáneamente y reducir la demanda de red o controlar cuándo se utilizan estos dispositivos y, de esta manera, consumir menos energía para proteger el medio ambiente. Además, es posible monitorizar el consumo energético para poder determinar la eficiencia de los diferentes aparatos conectados con productos como Clever Plug Dual o Clever Plug USB.
Y si no quieres mover un dedo, Alexa puede echarte un cable
Los asistentes virtuales para el hogar, como Alexa o Google Home, son capaces de conectar diferentes elementos de domótica de nuestra casa. La interfaz de estos asistentes personales es sencilla y está integrada con el resto de la domótica de la casa, de manera que el usuario no tiene que bucear en varias aplicaciones. De esta manera, se consigue un ahorro energético mayor y automático, perfecto para los que no tienen tiempo (¡ni ganas!).
Si estás empezando en el mundo de la domótica, debes de saber que existen diferentes kits de dispositivos Smart Home, que incluyen varios productos IoT, diseñados para ofrecer una experiencia cotidiana concreta a un precio muy asequible.
Por ejemplo, gracias a los kits de confort de SPC, con simplemente decir “Alexa, me voy de casa”, es posible combinar, de manera simultánea, cada una de las aplicaciones anteriores: que la calefacción se apague automáticamente, verificar que no hay ninguna luz encendida y que no queda ningún aparato electrónico en stand-by. Y todo, con un solo comando de voz.