La escalada de precios en componentes clave sigue trasladándose al producto final, y ASUS se ha convertido en el último gran fabricante en confirmar oficialmente subidas de precio. La compañía aplicará ajustes al alza en determinados productos a partir del 5 de enero de 2026, citando como causa principal el encarecimiento sostenido de la memoria DRAM y del almacenamiento NAND/SSD.
La decisión llega tras varios meses de presión creciente en la cadena de suministro, impulsada por la expansión acelerada de la IA, que ha alterado de forma estructural el reparto de capacidad productiva en memoria y almacenamiento. ASUS reconoce que esta situación se arrastra desde octubre y que ya está afectando de forma directa a la planificación de costes de sistemas completos.
La presión de la IA ya impacta en el precio final
Según explica la compañía, la rápida adopción de soluciones de IA está ejerciendo una presión significativa sobre el suministro global de componentes críticos. El aumento de inversiones en procesos de fabricación avanzados, junto con la reasignación de capacidad hacia centros de datos y aceleradores de IA, ha reducido la disponibilidad relativa de DRAM y NAND para el mercado de consumo.
Este fenómeno ya se ha traducido en subidas notables en el precio de RAM y SSD, algo que fabricantes de sistemas como Maingear o Framework habían empezado a reflejar previamente en sus configuraciones. ASUS confirma ahora que el impacto es suficientemente relevante como para ajustar precios en parte de su catálogo.
Qué productos se verán afectados
ASUS no ha detallado una lista concreta de modelos, pero sí aclara que los ajustes afectarán a “combinaciones de producto”, lo que apunta directamente a sistemas que integran memoria y almacenamiento de serie. En este grupo entrarían:
- Sobremesas preensamblados
- Portátiles
- Dispositivos gaming
- Consolas portátiles y equipos compactos
- Cualquier producto que incluya DRAM y SSD preinstalados
Aunque no se menciona de forma explícita, el contexto del mercado sugiere que las tarjetas gráficas tampoco están completamente a salvo. Ya existen informes que apuntan a subidas de precio en GPU de NVIDIA y AMD a partir de enero de 2026, y los ensambladores tendrían margen para aplicar estos ajustes de forma inmediata en modelos personalizados.
Un movimiento alineado con el mercado
Desde ASUS se subraya que la medida responde a una tendencia estructural del sector, no a un ajuste puntual. La compañía insiste en que el objetivo es garantizar estabilidad de suministro, mantener estándares de calidad y sostener su capacidad de I+D, en un entorno donde los costes de componentes siguen al alza.
Este escenario explica también por qué ASUS estaría reforzando la producción de placas base DDR4 de cara a principios de 2026. La memoria DDR4, más madura y con menor presión de precios que DDR5, podría convertirse en una válvula de escape para configuraciones más ajustadas en coste, especialmente en la gama media y de entrada.
Una tendencia difícil de revertir
Todo apunta a que los precios seguirán subiendo a corto y medio plazo. La combinación de demanda de IA, limitaciones de capacidad, y costes crecientes de memoria y almacenamiento deja poco margen para una corrección a la baja en 2026.
La confirmación de ASUS refuerza la idea de que el mercado entra en una nueva fase de reajuste, donde el impacto de la IA ya no se limita a centros de datos, sino que empieza a notarse claramente en el bolsillo del consumidor final.
Vía: Wccftech


















