AMD ya estaría trabajando a largo plazo en su próxima gran arquitectura gráfica, RDNA 5, cuyo lanzamiento para tarjetas Radeon no se espera hasta mediados de 2027. Según diversas filtraciones procedentes de fuentes habituales del sector, 2026 será un año muy discreto en lo que respecta a nuevas GPUs de la marca, con la mayor parte del esfuerzo centrado en preparar la producción de la siguiente generación.
La hoja de ruta que se perfila apunta a que AMD comenzará la fabricación de RDNA 5 durante la segunda mitad de 2026, con vistas a una disponibilidad comercial en 2027, marcando así un ciclo más largo entre generaciones de lo habitual.
RDNA 5 se fabricaría en TSMC N3P, no en Samsung
Uno de los rumores recientes señalaba a Samsung como posible socio de fabricación, pero esta información ha sido desmentida. Todo apunta a que AMD ya habría realizado el tape-out de sus GPUs RDNA 5 en TSMC, utilizando su proceso N3P, una versión refinada de los 3 nm.
Este nodo supone un salto importante frente al N4P empleado en RDNA 4, que a su vez era una evolución del proceso 5 nm (N5). Sobre el papel, N3P ofrece hasta un 18% más de rendimiento, un 36% menos de consumo y una reducción de área del 24% frente a N5, por lo que las ganancias derivadas solo del nodo ya serían relevantes incluso sin cambios arquitectónicos profundos.
Nuevas tecnologías clave en la arquitectura RDNA 5
Más allá del proceso de fabricación, AMD ya ha dejado entrever tres grandes pilares tecnológicos que formarán parte de sus futuras arquitecturas gráficas, incluida RDNA 5:
- Universal Compression, un sistema que analiza y comprime todos los datos dentro de la GPU para reducir drásticamente el uso de ancho de banda de memoria.
- Neural Arrays, conjuntos de unidades de cómputo capaces de trabajar de forma coordinada como un único motor de IA, mejorando inferencia y cargas híbridas.
- Radiance Cores, nuevo hardware dedicado para trazado de rayos y path tracing en tiempo real, con un enfoque más ambicioso que las generaciones actuales.
Estas tecnologías no se limitarían a las GPUs discretas, ya que también estarían presentes en los futuros SoCs de consola, incluidos los de PlayStation Orion y Xbox Magnus.
Primeras pistas técnicas y rumores de configuración
Aunque todavía no hay información definitiva, han surgido referencias tempranas a IP GFX13 en código del kernel Linux, lo que confirma que el desarrollo está en marcha. Algunos rumores hablan de más de 12.000 núcleos en los modelos más ambiciosos y de hasta 128 núcleos por Compute Unit, aunque estos datos deben tomarse con cautela.
Las configuraciones filtradas de forma no oficial apuntan a una familia escalonada por segmentos:
- Gama alta con hasta 96 CUs (12.288 núcleos) y buses de hasta 512 bits,
- Modelos intermedios en torno a 40 CUs,
- Opciones de entrada con configuraciones mucho más contenidas.
Por ahora, no hay confirmación oficial de frecuencias, consumo ni memoria final, aunque se barajan capacidades de hasta 32 GB de VRAM en los modelos tope de gama.
El contexto del mercado frena los lanzamientos
Todo este calendario está condicionado por un factor clave: la crisis de suministro de DRAM y NAND, provocada por la enorme demanda del sector de IA. Esta situación está afectando no solo a la memoria RAM, sino también al precio de GPUs y SSDs, lo que explica en parte la prudencia de AMD a la hora de introducir nuevas arquitecturas.
Con este panorama, un refresco de RDNA 4 en 2026 parece poco probable, y todo indica que RDNA 5 será el verdadero salto generacional, aunque toque esperar más de lo habitual para verlo materializado.
Vía: Wccftech


















