CATL ha anunciado el primer despliegue a gran escala de robots humanoides en una línea de producción de baterías para vehículos eléctricos, un hito que sitúa a la compañía china por delante de otros grandes actores del sector en la adopción de robótica con inteligencia incorporada en entornos industriales críticos.
El robot, denominado Moz, ha sido desarrollado por Spirit AI, una filial del propio grupo, y ya opera en lo que la compañía define como «la primera línea de fabricación de paquetes de baterías del mundo con robots humanoides integrados a escala industrial».
Robots humanoides en tareas críticas de calidad
A diferencia de demostraciones más básicas vistas en otros proyectos del sector, el Moz no se limita a tareas simples o repetitivas. CATL lo ha integrado en puntos clave de control de calidad, donde el margen de error es mínimo y la precisión resulta crítica para la fiabilidad del producto final.
Entre sus funciones se encuentra la conexión de arneses y terminales de baterías, una operación que exige alineación precisa, control de fuerza y ejecución consistente, especialmente debido al uso de cables finos y componentes sensibles. Según CATL, el rendimiento del robot ya se sitúa al nivel de operarios humanos especializados, tanto en velocidad como en exactitud.
Visión artificial y adaptación en tiempo real
El elemento clave del sistema es un modelo de visión end-to-end, capaz de detectar desviaciones de posición de materiales y variaciones en los puntos de conexión, ajustando de forma continua la postura y el movimiento del robot en tiempo real. Gracias a este enfoque, Moz ha alcanzado una tasa de éxito del 99% en la inserción de conectores, una cifra notable en un entorno de producción masiva.
Además, el robot es capaz de medir con precisión la fuerza aplicada durante cada operación, evitando daños en los conductores o fallos de ensamblaje, un aspecto fundamental para garantizar la durabilidad y seguridad de los módulos de batería.
Ventaja industrial frente a otros proyectos
El anuncio de CATL contrasta con los problemas reportados en otros desarrollos de robótica humanoide industrial, donde se han detectado limitaciones térmicas, fallos mecánicos recurrentes y baja fiabilidad en entornos reales de fábrica. En este contexto, la entrada de Moz en producción continua refuerza la posición de CATL como referente no solo en baterías, sino también en automatización avanzada aplicada a la industria del vehículo eléctrico.
Un entorno propicio para la robótica humanoide
China vive actualmente una fuerte expansión de empresas centradas en robots humanoides con IA, impulsada por su liderazgo previo en vehículos eléctricos y fabricación de baterías. Aunque algunos analistas advierten de una posible sobrecapacidad en este segmento emergente, el despliegue real en líneas de producción como el de CATL demuestra que ciertas aplicaciones ya han alcanzado un nivel de madurez industrial suficiente.
Con Moz operando en producción masiva, CATL marca un punto de inflexión en la integración de inteligencia artificial encarnada dentro de procesos industriales de alta exigencia, un movimiento que podría redefinir el papel de la robótica humanoide en la fabricación avanzada durante los próximos años.
Vía: NotebookCheck
