Texas Instruments ha iniciado oficialmente la producción en su nueva fábrica de semiconductores de 300 mm situada en Sherman, Texas, apenas tres años y medio después del inicio de su construcción. La instalación, conocida como SM1, marca un nuevo hito en la expansión industrial del fabricante estadounidense dentro del mercado de chips analógicos y de procesamiento integrado.
La planta está diseñada para escalar su producción en función de la demanda real de los clientes, con el objetivo final de fabricar decenas de millones de chips al día. Estos componentes están destinados a una amplia variedad de sectores, que incluyen smartphones, automoción, dispositivos médicos, robótica industrial, electrodomésticos inteligentes y centros de datos, ámbitos donde los semiconductores analógicos siguen siendo esenciales.
Refuerzo estratégico de la fabricación de 300 mm
Como uno de los mayores fabricantes de semiconductores fundacionales en Estados Unidos, Texas Instruments ocupa una posición clave en la cadena de suministro global. Sus chips analógicos y soluciones de procesamiento integrado están presentes en prácticamente cualquier sistema electrónico moderno, lo que convierte a la capacidad de fabricación en un elemento crítico a largo plazo.
La compañía continúa ampliando su red de fábricas de 300 mm, un formato que permite mayor eficiencia, mejores costes por chip y una producción más estable frente a nodos más avanzados pero también más volátiles. Al mantener el control directo sobre fabricación, procesos y encapsulado, TI busca asegurar el suministro durante décadas, incluso en escenarios de tensión geopolítica o disrupciones logísticas.
Un megaproyecto industrial en Sherman
La planta SM1 forma parte de un complejo industrial de gran escala en Sherman, donde Texas Instruments prevé construir hasta cuatro fábricas interconectadas, siempre en función de la evolución del mercado. El proyecto completo podría llegar a generar hasta 3.000 empleos directos, además de miles de puestos adicionales en sectores auxiliares y de apoyo industrial.
Este enfoque modular permite a TI adaptar el ritmo de inversión y equipamiento sin comprometer la viabilidad a largo plazo del complejo, una estrategia especialmente relevante en un sector marcado por ciclos de demanda muy pronunciados.
Una inversión histórica en fabricación de semiconductores
La apuesta por Sherman se integra dentro de un plan mucho más amplio. Texas Instruments tiene previsto invertir más de 60.000 millones de dólares en un total de siete fábricas de semiconductores repartidas entre Texas y Utah, lo que constituye la mayor inversión en fabricación de semiconductores fundacionales realizada hasta la fecha en Estados Unidos.
Actualmente, TI opera 15 centros de fabricación en todo el mundo, apoyándose en décadas de experiencia industrial para mantener una cadena de suministro controlada internamente. Este modelo reduce la dependencia de terceros y permite responder con mayor previsibilidad a las necesidades de sus clientes, un factor cada vez más valorado en el mercado.
Con la entrada en funcionamiento de la fábrica SM1, Texas Instruments refuerza su posición como uno de los pilares de la industria de semiconductores estadounidense, apostando por capacidad productiva, estabilidad a largo plazo y control total del proceso en un momento clave para el sector.
Vía: TechPowerUp
