El mercado del almacenamiento atraviesa uno de sus momentos más tensos de los últimos años. Mientras algunos analistas confían en una futura normalización de la oferta, otras voces del sector advierten de que la escasez de NAND flash está lejos de resolverse. Entre estas últimas se sitúa Kingston, que anticipa un empeoramiento significativo a corto plazo, con impacto directo en los precios de los SSD.
Esta visión fue expuesta por Cameron Crandall, responsable del negocio de SSD para centros de datos de Kingston, durante su participación en el podcast The Full Nerd Network. Según sus estimaciones, la situación podría agravarse en los próximos 30 días, empujando los precios por encima de los niveles actuales.
Subidas históricas en el precio de la NAND
Los datos que maneja Kingston reflejan un escenario especialmente tenso. A lo largo de 2025, el precio de la NAND flash habría aumentado hasta un 246% desde el primer trimestre hasta la fecha actual. Lo más llamativo es que el 70% de ese incremento se ha concentrado en los últimos 60 días, lo que indica una aceleración muy brusca del encarecimiento.
Este contexto sugiere que buena parte de las subidas de precios ya se han ido trasladando progresivamente a la cadena de suministro, afectando tanto a fabricantes como a distribuidores y clientes finales. En el caso de los SSD tradicionales, la NAND representa aproximadamente el 90% del coste total de materiales, por lo que cualquier variación en su precio tiene un efecto casi inmediato en el producto final.
Incertidumbre y contratos al alza entre los OEMs
Pese a este escenario, no todas las voces del sector llaman al pánico. Edward Crisler, responsable de comunicación de Sapphire, ha recomendado recientemente a los usuarios de PC no caer en compras impulsivas motivadas por el miedo a futuras subidas. En su opinión, el periodo más duro podría limitarse a los próximos seis meses, aunque reconoce que la incertidumbre sigue siendo el mayor problema.
Esa falta de visibilidad está llevando a muchos OEMs de PC a incrementar sus contratos de suministro de NAND, tratando de asegurar volumen ante un mercado impredecible. El problema, según Crisler, es que solo los propios fabricantes de NAND tienen una visión clara de la situación real de producción y de cuánto tiempo la demanda superará a la oferta.
El impacto se extiende más allá de los SSD
La presión no se limita únicamente a la NAND flash. El auge de la IA y de los centros de datos ha disparado la demanda de capacidad de almacenamiento en general, afectando también a los discos duros mecánicos (HDDs). Lejos de quedar al margen, los HDD están experimentando su propio repunte de precios.
Según informes recientes, las negociaciones del cuarto trimestre de 2025 se han cerrado con una subida media del 4% intertrimestral en los precios de los HDD, el mayor incremento registrado en los últimos ocho trimestres. Este dato refuerza la idea de que cada bit de almacenamiento disponible está sometido a una presión creciente.
Un mercado condicionado por la IA
El denominador común de esta situación es la explosión de la demanda ligada a la IA, que consume enormes volúmenes de almacenamiento tanto para entrenamiento como para inferencia y retención de datos. Mientras la capacidad productiva no se expanda de forma significativa, el mercado seguirá tensionado, con efectos en SSD de consumo, SSD empresariales y almacenamiento tradicional.
Por ahora, el consenso del sector apunta a un corto plazo complicado, con precios al alza y escasa visibilidad. Aunque algunas previsiones mantienen la esperanza de una estabilización a medio plazo, las advertencias de Kingston refuerzan la idea de que el mercado del almacenamiento aún no ha tocado techo y que los próximos meses serán clave para definir su evolución.
Vía: TechPowerUp
