Los socios ensambladores de AMD (AIB) empiezan a alzar la voz ante lo que consideran una excesiva rigidez en las normas de diseño impuestas por el fabricante de silicio. Según ha reconocido Sapphire, uno de los AIB exclusivos de GPU AMD, las actuales reglas oficiales de diseño limitan notablemente la capacidad de los ensambladores para innovar y diferenciar sus tarjetas gráficas más allá de ajustes estéticos o ligeras variaciones térmicas.
Estas declaraciones se produjeron durante una entrevista concedida a Hardware Unboxed, en la que Ed Crisler, responsable de relaciones públicas de Sapphire Technology en Norteamérica, mostró de forma clara la frustración existente entre los AIB por la falta de margen creativo en el desarrollo de GPUs personalizadas.
Demasiadas reglas y poca diferenciación real
Desde la perspectiva de Sapphire, el modelo actual deja poco espacio para experimentar con enfoques alternativos centrados en overclocking extremo, funcionamiento ultra silencioso o diseños radicalmente distintos, características muy valoradas por los entusiastas de PC. Según Crisler, los ensambladores preferirían recibir el silicio de GPU, la memoria y los requisitos básicos de funcionamiento, y a partir de ahí desarrollar libremente sus propias tarjetas.
El directivo subrayó que el mercado de GPU se está volviendo demasiado homogéneo, con modelos que, más allá del nombre o del sistema de refrigeración, ofrecen experiencias muy similares, reduciendo la sensación de elección real para el consumidor avanzado.
Nitro+ como tope actual, pero con limitaciones
En la actualidad, la gama más potente de Sapphire dentro de AMD Radeon RX 9070 XT es la conocida serie Nitro+, caracterizada por frecuencias de fábrica elevadas, buen margen de overclocking y soluciones térmicas de alto nivel. Sin embargo, incluso este tipo de modelos sigue operando dentro de límites muy marcados por AMD, tanto en consumo como en diseño eléctrico.
Esto contrasta con etapas anteriores del mercado, donde algunos ensambladores podían ir mucho más lejos en sus propuestas extremas, apuntando directamente a usuarios dispuestos a pagar un sobreprecio por tarjetas gráficas realmente diferenciadas.
El recuerdo de la serie Toxic y el problema del coste
Sapphire fue especialmente conocida en el pasado por su serie Toxic, con modelos como la Radeon RX 6900 XT Toxic, orientados a configuraciones de gama muy alta. Estas tarjetas empleaban chips mejor seleccionados, sistemas de refrigeración avanzados y ofrecían un potencial de overclocking superior, a cambio de precios significativamente más elevados.
Según la propia compañía, traer de vuelta la serie Toxic en cada generación es una idea que siempre está sobre la mesa. Sin embargo, los costes adicionales de producción, sumados a precios ya elevados de las GPUs actuales, hacen que este tipo de productos sea difícil de justificar comercialmente en el contexto actual del mercado.
Reglas más estrictas y menos GPUs extremas
A este problema económico se suma el endurecimiento de las normas de diseño por parte de los fabricantes de silicio. Estas restricciones hacen que desarrollar GPUs ultra extremas, orientadas exclusivamente a overclocking y entusiastas, sea cada vez más complejo y menos viable.
Como resultado, solo un número muy reducido de AIB sigue apostando hoy por este tipo de tarjetas gráficas sin concesiones, dejando un vacío en un segmento que históricamente aportaba innovación, diferenciación y prestigio de marca.
En conjunto, las declaraciones de Sapphire reflejan una tensión creciente entre AMD y sus socios ensambladores, en un momento en el que el sector de GPU se enfrenta a precios elevados, menor variedad real y una demanda entusiasta que sigue buscando productos verdaderamente distintos. Si AMD decide flexibilizar su enfoque en el futuro, podría abrir la puerta a GPUs más creativas y especializadas, algo que muchos usuarios llevan tiempo reclamando.
Vía: TechPowerUp


















