Según el periodista Tim Culpan, autor del boletín Culpium, la planta Fab 21 de TSMC en Arizona sufrió un importante corte de energía a mediados de septiembre, que obligó a detener temporalmente la producción. Las fuentes consultadas por el analista apuntan a que el incidente estuvo relacionado con un fallo en el suministro de gases industriales, provocando una interrupción del flujo de insumos críticos utilizados en la fabricación de semiconductores avanzados.
El incidente habría obligado a desechar miles de obleas en proceso, afectando a clientes clave como Apple, NVIDIA y AMD. Aunque el impacto exacto no se ha detallado, se trataría de uno de los mayores contratiempos recientes en las operaciones estadounidenses de la compañía.
Confirmación oficial sin detalles públicos
Un portavoz de TSMC confirmó a Tom’s Hardware que el apagón sí ocurrió, aunque evitó precisar la magnitud de las pérdidas. La empresa se limitó a indicar que la situación fue controlada y que la producción se reanudó en cuestión de horas. Según Culpan, la afectación a los clientes habría sido mínima, y las pérdidas financieras podrían estar cubiertas por seguros industriales.
La Fab 21 de Arizona, aún en fase de expansión, cuenta con capacidad de producción limitada, por lo que buena parte de los chips afectados ya se habían fabricado previamente en Taiwán. En este contexto, los analistas descartan un impacto significativo sobre el suministro de obleas de 4 nm y 5 nm que el fabricante destina a los socios del ecosistema tecnológico norteamericano.
Relación con los resultados financieros recientes
El informe de Culpium sugiere que el apagón podría estar vinculado al descenso de beneficios observado en la filial estadounidense de TSMC durante el tercer trimestre del año. Aunque la empresa no ha confirmado correlación directa, el tiempo de inactividad, la pérdida de obleas y los costes asociados a la limpieza de la línea habrían influido parcialmente en sus resultados.
En anteriores interrupciones, la compañía ha conseguido recuperar la producción y el ingreso perdido en el siguiente trimestre, un patrón que refuerza su resiliencia operativa frente a fallos externos. TSMC mantiene un régimen de producción 24/7, con redundancias energéticas diseñadas para evitar paradas prolongadas, aunque este caso revela vulnerabilidades en proveedores externos de gas industrial.
Antecedentes y contexto en el sector de semiconductores
Hace unos diez meses, TSMC Taiwán también experimentó un terremoto que dañó hasta 20.000 obleas, considerado entonces un contratiempo menor. En ambos casos, la empresa logró restaurar el flujo de producción rápidamente, minimizando el efecto sobre clientes y cronogramas de entrega.
El incidente de Arizona llega en un momento en que Estados Unidos refuerza su cadena de suministro local de chips con incentivos del programa CHIPS Act, y subraya la complejidad de mantener operaciones de litografía avanzada fuera de Asia. Aun con el revés, TSMC reafirma su liderazgo técnico, capaz de absorber interrupciones puntuales sin comprometer su posición dominante en el sector de semiconductores.
Vía: TechPowerUp




















