La situación de la memoria DRAM sigue empeorando y amenaza con impactar directamente al mercado de consolas. Según Moore’s Law Is Dead, Microsoft estaría advirtiendo a sus socios de que la escasez de RAM podría obligar a aplicar una nueva subida de precios en las Xbox Series X|S. Mientras tanto, Sony habría anticipado el problema acumulando existencias de GDDR6 SDRAM, lo que le permitiría mantener estables los precios de PS5 durante los próximos meses.
El analista explica que los centros de datos dedicados a inteligencia artificial están absorbiendo gran parte de la producción de memorias de alto rendimiento, provocando un desequilibrio que ya afecta a tarjetas gráficas, SSD y consolas. Buena parte de la culpa recaería en el proyecto Stargate de OpenAI, que estaría consumiendo cerca del 40% del suministro mundial de DRAM.
La IA y el desvío de la producción de memoria
El último vídeo de Moore’s Law Is Dead detalla cómo la creciente demanda de memoria HBM3E y DDR5 para servidores de IA está desviando la atención de los fabricantes respecto a la producción de GDDR6, empleada en los sistemas domésticos. Empresas como Samsung, Micron y SK Hynix han reorganizado su producción para priorizar contratos con grandes corporaciones tecnológicas, lo que ha dejado al sector gaming en una posición vulnerable.
El resultado es un incremento constante de precios en todos los productos que dependen de RAM rápida, desde los PC para juegos hasta las consolas de sobremesa. Con los costes disparados, Microsoft habría advertido a sus distribuidores de que nuevas subidas en Xbox son probables, especialmente si la situación persiste durante el primer semestre de 2026.
Sony se libra por ahora y Microsoft pierde impulso
Fuentes internas señalan que Sony planificó con antelación la compra masiva de chips GDDR6, asegurando un stock suficiente para mantener el precio actual de PS5, e incluso ofrecer descuentos durante el Black Friday. Microsoft, por el contrario, “no planificó en absoluto”, según MLID, y se encuentra en una posición mucho más comprometida.
En mercados donde la Xbox Series X ya supera los 649,99 dólares, frente a los 499,99 dólares de su lanzamiento en 2020, la comunidad teme que una nueva subida pueda reducir aún más la demanda. La moral de los usuarios de Xbox atraviesa su punto más bajo, agravada por el aumento del precio de Game Pass y la falta de exclusivos relevantes en el corto plazo.
La escasez de DDR5 y GDDR6 también podría afectar a la disponibilidad inicial de la futura Steam Machine de Valve, aunque el impacto real dependerá de la rapidez con la que se estabilice la cadena de suministro global. Ni Microsoft ni Sony han emitido comentarios oficiales sobre la situación, pero la presión del mercado de IA amenaza con alterar el equilibrio de la industria del gaming de cara a 2026.
Vía: NotebookCheck
