Samsung podría enfrentarse de nuevo a un escenario complicado con su próximo Exynos 2600, un chip que llegaría para competir con el Snapdragon 8 Elite Gen 5, pero que según varios informes coreanos seguiría sin igualar su rendimiento y eficiencia. Los Galaxy S26 y S26+ europeos volverían a usar Exynos, mientras que el sucesor del Galaxy S25 Ultra utilizaría el Snapdragon 8 Elite Gen 5 a nivel global. Esta división entre regiones, presente desde hace años, podría mantenerse no por estrategia comercial, sino por la diferencia sostenida en eficiencia energética, frecuencia sostenida, gestión térmica y optimización interna entre ambas plataformas.
En paralelo a sus resultados financieros, Samsung Foundry habría mostrado los primeros datos de su proceso 2 nm GAA, especificando +5% de rendimiento, +8% de eficiencia y –5% de reducción de área respecto al nodo 3 nm de segunda generación. Aunque estas mejoras podrían parecer pequeñas, habrían sido suficientes para asegurar un 25% de los pedidos del Galaxy S26, además de un contrato estimado en 16.500 millones de dólares (~14.242 millones de euros) con Tesla para fabricar chips AI6. Las filtraciones indican que Samsung habría alcanzado un rendimiento del 60% en el Exynos 2600, cifra dentro del margen considerado viable para producción masiva.
El Exynos 2600 podría garantizar ahorro, pero no rendimiento
Según fuentes de la industria citadas por Chosun Biz, la división Samsung MX podría ahorrar entre 20 y 30 dólares (~17 y 26€) por cada Galaxy S26 equipado con el Exynos 2600 frente a la versión con Snapdragon 8 Elite Gen 5. Este ahorro sería clave en costes, pero no solucionaría la percepción de inferioridad respecto a Qualcomm, que continúa liderando la optimización del rendimiento sostenido y la eficiencia térmica.
Aunque los primeros benchmarks filtrados del Exynos 2600 parecían optimistas, varios analistas temen que el rendimiento en uso real vuelva a quedar por debajo del esperado. La arquitectura elegida sería la ARM Lumex estándar, mientras que Qualcomm y Apple mantienen diseños propios con un nivel superior de optimización, especialmente en cargas mixtas y picos de rendimiento.
El proceso 2 nm GAA podría ser clave para estabilizar producción
El proceso 2 nm GAA de Samsung sería uno de los principales argumentos para defender la viabilidad del Exynos 2600, sobre todo por su eficiencia mejorada respecto a generaciones previas. Una mejora del 8% en eficiencia energética podría resultar suficiente para reducir temperaturas en escenarios prolongados, aunque todavía estaría por ver si sería capaz de igualar las cifras del Snapdragon 8 Elite Gen 5, que parte de una arquitectura más optimizada internamente.
El rendimiento del 60% en fabricación también indicaría que el proceso habría madurado lo suficiente como para comenzar su despliegue a gran escala. Sin embargo, la industria ve con cautela estas cifras debido al historial reciente del nodo 3 nm de la marca, que tuvo problemas de rendimiento en sus primeras etapas.
El enfoque de diseño podría seguir siendo la principal desventaja
Uno de los puntos más mencionados por los analistas sería la elección de la arquitectura ARM Lumex para el Exynos 2600, una decisión que limitaría el margen de optimización respecto a los núcleos personalizados del pasado. Qualcomm, con sus núcleos propios para el Snapdragon 8 Elite Gen 5, y Apple, con su arquitectura interna, tendrían una ventaja real en IPC, eficiencia y respuesta en cargas variables. Esta brecha podría traducirse en diferencias perceptibles en uso real, especialmente en multitarea intensiva y tareas dependientes de IA.
Aunque el Exynos 2600 podría mejorar significativamente respecto a generaciones previas, los analistas consideran que Samsung podría seguir un paso por detrás de sus competidores en el segmento premium. Aun así, la adopción del nodo 2 nm GAA y los acuerdos con Tesla podrían reforzar la posición de la compañía en el mercado de semiconductores de IA, incluso si el rendimiento en smartphones no iguala al de Qualcomm.
Vía: NotebookCheck


















