Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Cambridge sugiere que los monitores 8K ultra densos podrían haber alcanzado —e incluso superado— el límite de percepción humana, lo que pone en duda si resoluciones mayores seguirán aportando mejoras visibles.
Los resultados del informe, recogidos por PCGamer y Tom’s Hardware, analizan cómo la densidad de píxeles influye en lo que el ojo humano puede distinguir según la distancia a la pantalla.
Hasta 89 píxeles por grado como límite perceptible
Según los investigadores, los participantes en el estudio pudieron distinguir detalles hasta un máximo de 89 píxeles por grado (PPD), una cifra muy superior al límite de 60 PPD establecido en estudios anteriores. Este valor tiene en cuenta tanto la resolución de la pantalla como la distancia del espectador.
A una distancia de 60 centímetros, un monitor de 32 pulgadas Full HD (1080p) ofrece solo 28 píxeles por grado, mientras que en resolución 4K la cifra sube a 57 píxeles por grado. En cambio, un monitor 8K del mismo tamaño alcanza los 113 píxeles por grado, superando ampliamente el umbral perceptible para el ojo humano.
8K frente a 4K: diferencias visibles y límites prácticos
Los resultados confirman que el salto de 1080p o 1440p a 4K sigue aportando una mejora visual clara, especialmente en definición y nitidez. Sin embargo, pasar de 4K a 8K solo ofrece un beneficio marginal para la mayoría de usuarios, ya que 113 PPD está más allá de lo que el ojo medio puede diferenciar.
Esto significa que, a distancias normales de visualización, un monitor 8K de tamaño medio no mostrará una mejora tangible respecto a un panel 4K, salvo que el usuario se sitúe a pocos centímetros de la pantalla.
Implicaciones para televisores y realidad virtual
El estudio también tiene repercusiones para otros formatos. En televisores de gran tamaño, especialmente superiores a 75 pulgadas, el incremento de resolución puede seguir siendo beneficioso a distancias cortas, donde el ojo puede aprovechar más píxeles por grado.
Por el contrario, en el ámbito de la realidad virtual, los investigadores señalan que podrían ser necesarios paneles 16K para eliminar completamente el efecto rejilla o “screen door”, donde los píxeles individuales aún resultan visibles por la cercanía del visor a los ojos.
En definitiva, aunque las resoluciones 8K siguen representando un avance técnico impresionante, la investigación de Cambridge demuestra que el beneficio visual real depende más de la distancia y el tamaño de pantalla que del simple aumento de resolución.
Vía: NotebookCheck


















