El ingeniero autodidacta Mike Bell y su hijo Luke Maximo Bell han vuelto a hacer historia con el Peregreen 3, un dron diseñado y fabricado por ellos mismos que ha alcanzado una velocidad máxima de 585 km/h, superando el récord anterior por 27 km/h. Con esta marca, la familia Bell recupera el título del dron más rápido del mundo, que antes pertenecía a un equipo suizo.
Potencia extrema a costa del peso
El Peregreen 3 representa un salto técnico considerable respecto a sus predecesores. La potencia máxima alcanza 16,2 kW, casi el doble que los 8,9 kW del Peregreen 2 y más de tres veces la del modelo original (5,2 kW).
Para lograr semejante rendimiento, el dron utiliza una batería capaz de entregar 16 kW, aunque esto ha supuesto un incremento notable en el peso total, que asciende a 2,77 kg, frente a los 1,85 kg del modelo anterior. Esta decisión de diseño fue necesaria para mantener la estabilidad y aprovechar al máximo el potencial energético disponible.
Hélices personalizadas y aerodinámica optimizada
Uno de los mayores desafíos fue traducir la potencia en velocidad real sin que las puntas de las hélices alcanzaran velocidades supersónicas. Para ello, los ingenieros diseñaron hélices APC personalizadas con un ángulo de paso extremo, que permiten mantener la eficiencia incluso a altas revoluciones.
El chasis también fue completamente rediseñado. Las primeras pruebas con una estructura de fibra de carbono presentaron problemas de vibración y pérdida de señal GPS, solucionados al montar el receptor GPS directamente sobre el módulo de cámara. Posteriormente, optaron por una carcasa impresa en 3D, que permitió integrar mejor los componentes y mejorar la rigidez estructural.
Refrigeración líquida en un cuerpo compacto
Durante los ensayos, un prototipo con refrigeración por aire llegó a incendiarse, lo que llevó al desarrollo de un innovador sistema de refrigeración líquida de 50 ml, significativamente más eficaz. Este sistema permitió eliminar las ventilaciones de aire, reduciendo la resistencia aerodinámica y mejorando la eficiencia térmica bajo carga máxima.
Un récord con límite físico
Tras las últimas mejoras, el Peregreen 3 alcanzó oficialmente los 585 km/h (363,5 mph). Sin embargo, semejante velocidad tiene un precio: la batería se agota en apenas 23 segundos si se mantiene el acelerador al máximo, y los vuelos normales no superan los 110 segundos antes de aterrizar con un 20 % de carga restante.
Aunque el registro todavía no ha sido validado por Guinness World Records, todo apunta a que será reconocido como nuevo récord mundial de velocidad para drones eléctricos, dado el historial verificado de la familia Bell en competiciones anteriores.
El proyecto Peregreen 3 no solo demuestra la capacidad de la ingeniería independiente, sino que también marca un nuevo hito en la evolución de los drones de alto rendimiento.
Vía: NotebookCheck



















