
El futuro de Intel Foundry sigue marcado por la incertidumbre tras los problemas de su nodo 18A, pero la compañía no se rinde. Su próximo proceso de fabricación, conocido como 14A, se perfila como una oportunidad clave para recuperar credibilidad y atraer clientes de alto nivel. De acuerdo con un informe de Semafor, entre las compañías interesadas se encontrarían Apple, NVIDIA y también AMD, el eterno rival histórico de Intel.
Una jugada estratégica para AMD
La posible colaboración entre AMD e Intel resulta sorprendente a primera vista, dada su rivalidad de décadas en el mercado x86. Sin embargo, el movimiento tendría motivaciones estratégicas. Según la información, para AMD este acuerdo supondría ganar puntos ante la administración estadounidense, que impulsa con fuerza la producción local de semiconductores.
En un contexto en el que el gobierno de Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, estudia imponer nuevos aranceles a productos fabricados en Asia, contar con parte de la producción en suelo americano mediante Intel Foundry permitiría a AMD reducir riesgos logísticos y fiscales.
Limitaciones del nodo 14A y calendario
Aun así, la apuesta de AMD no pasaría por trasladar su producción central. Los Epyc Venice basados en Zen 6 ya están diseñados sobre el nodo TSMC N2, y todo apunta a que los procesadores de próxima generación seguirán vinculados a la fundición taiwanesa.
El nodo Intel 14A no entrará en risk production hasta 2027, con un lanzamiento comercial aún más lejano. Teniendo en cuenta los retrasos habituales en los planes de Intel, no se puede descartar que la disponibilidad real se retrase incluso más allá de 2028. Por eso, la colaboración se limitaría a chips de soporte, como el I/O die o las piezas del Infinity Fabric, dejando a TSMC los tiles principales de CPU y GPU.
Contexto competitivo
En paralelo, Intel Foundry busca diversificar clientes y consolidarse como un actor relevante frente a TSMC y Samsung, que dominan el mercado avanzado de semiconductores. Para AMD, este movimiento no sustituye su relación con TSMC, sino que actúa como un seguro estratégico frente a la volatilidad geopolítica y a la presión de Washington.
Si se confirma, la alianza marcaría un nuevo capítulo en la relación entre dos competidores históricos, ahora unidos por la necesidad de adaptarse a un mercado global cada vez más condicionado por la política y la seguridad nacional.
Vía: NotebookCheck