
Tras más de seis años de desarrollo en colaboración con Saft, filial de TotalEnergies, Stellantis ha comenzado a probar en carretera pública su innovador sistema de baterías IBIS (Intelligent Battery Integrated System). El prototipo se encuentra actualmente integrado en un Peugeot E-3008, y apunta a revolucionar el diseño de vehículos eléctricos.
Rendimiento y eficiencia mejorados
La principal novedad de IBIS es que ofrece corriente alterna directamente en la salida, lo que elimina la necesidad de componentes habituales como inversores, cargadores de a bordo o convertidores DC. Según Stellantis, esta arquitectura simplificada aporta múltiples beneficios:
- Ahorro de hasta 17 litros de espacio interno.
- Reducción de peso de aproximadamente 40 kg.
- Tiempos de carga en corriente alterna un 15% más rápidos.
- Consumo WLTP y pérdidas energéticas reducidas en un 10%.
- Potencia máxima aumentada un 15%, alcanzando los 172 kW en el mismo tamaño físico de batería.
Además, el mantenimiento resulta más sencillo y las celdas son aptas para aplicaciones de segunda vida, lo que mejora la sostenibilidad.
Diferencias frente a baterías convencionales
A diferencia de las baterías de iones de litio tradicionales, que almacenan corriente continua y requieren un sistema de conversión separado, IBIS simplifica la arquitectura del vehículo. Competidores como Tesla o Volkswagen continúan empleando cargadores e inversores independientes, lo que implica mayor peso y complejidad.
El diseño compacto y ligero de IBIS podría traducirse en vehículos eléctricos más eficientes, asequibles y con mejor autonomía real.
Más allá del automóvil eléctrico
El potencial de IBIS no se limita al sector automotriz. Una versión estacionaria está en pruebas desde 2022, con aplicaciones previstas en transporte ferroviario, aeronáutica, transporte marítimo e incluso centros de datos.
Perspectivas de futuro
El proyecto involucra a un equipo de 25 ingenieros de Saft, CNRS, la Sorbona, la Universidad de París-Saclay y el Instituto Lafayette. Stellantis prevé que la tecnología llegue a modelos de producción en 2029 o 2030, abriendo la puerta a una nueva generación de baterías más ligeras, eficientes y fáciles de mantener.
Vía: NotebookCheck