
Mercedes-Benz ultima el lanzamiento de su próximo sedán eléctrico, el C-Class EQ, que promete hasta 800 km de autonomía (497 millas) gracias a una batería NMC de 94,5 kWh y a un sistema eléctrico de 800 V. Este modelo se posiciona como rival directo del BMW i3 eléctrico, incorporando un diseño diferenciado, nuevas proporciones y más espacio interior.
Diseño e interior tecnológico
El C-Class EQ adopta la Iconic Grille, un elemento distintivo ya visto en el GLC EQ que marca la diferencia frente a los modelos de combustión. Construido sobre la plataforma MB.EA, este sedán aumenta la distancia entre ejes y la anchura de vías respecto al C-Class de combustión, lo que se traduce en mayor espacio en cabina, mejor estabilidad y mayor maletero.
El interior se orienta hacia un enfoque tecnológico, con pantallas de gran formato y materiales premium. La marca también ha trabajado en mejorar el confort de los pasajeros traseros, solventando las limitaciones de espacio que presentaban otros EQ.
Configuraciones y rendimiento
La gama inicial incluye dos versiones:
- RWD (tracción trasera, un motor): hasta 335 CV.
- 4Matic AWD (doble motor): hasta 482 CV.
Ambas utilizan la batería de 94,5 kWh y ofrecen una autonomía cercana a los 800 km WLTP. Además, la carga ultrarrápida a 400 kW permite recuperar gran parte de la batería en pocos minutos, mejorando la usabilidad en viajes largos.
Futuro AMG con más de 680 CV
Mercedes ya trabaja en una versión AMG de altas prestaciones, prevista para 2027, que empleará motores de flujo axial de Yasa (Reino Unido). Esta variante superará los 680 CV, consolidando la oferta eléctrica de AMG en el segmento de berlinas deportivas.
Competencia directa
El C-Class EQ se enfrentará a rivales como el BMW i3 eléctrico y otros sedanes premium de nueva generación. Sus claves diferenciales son la carga ultrarrápida de 400 kW, la autonomía de referencia y un equilibrio entre confort y rendimiento que pretende marcar un nuevo estándar en la categoría.
Vía: NotebookCheck