
La compañía china Zhaoxin ha presentado dos nuevos procesadores en la World Artificial Intelligence Conference 2025: el Kaisheng KH-50000, orientado a servidores de alto rendimiento, y el KaiXian KX-7000N, diseñado para PCs de escritorio con funciones de IA integradas. Ambos modelos marcan un cambio claro en la estrategia del fabricante, que pasa de chips embebidos de bajo consumo a procesadores más ambiciosos y preparados para competir con gigantes como AMD.
El KH-50000 da un salto enorme respecto a la generación anterior, pasando de 32 a 96 núcleos, con frecuencias entre 2,2 y 3,0 GHz. Aunque no se ha confirmado el soporte para multithreading, el conjunto se completa con una memoria caché L3 de 384 MB, seis veces superior a la de su predecesor. La compatibilidad con memoria DDR5 en 12 canales con ECC, 128 líneas PCIe 5.0 y soporte para sistemas multi-socket vía ZPI 5.0 permite construir servidores con hasta 384 núcleos en un solo chasis.
KH-50000: músculo para el centro de datos
Conectividad y capacidad de E/S son dos de los pilares de este nuevo procesador. El KH-50000 admite conexiones rápidas con aceleradores y dispositivos de almacenamiento gracias al soporte para Compute Express Link (CXL). Esta característica es fundamental para escalar cargas de trabajo en la nube, especialmente en entornos de virtualización o IA distribuida.
La arquitectura utilizada parece ser nueva, más allá del diseño Yongfeng tradicional de Zhaoxin, y se han prometido mejoras sustanciales en rendimiento multihilo y gestión de datos masivos. Aun así, faltan detalles clave como consumo energético, disponibilidad comercial o compatibilidad con sistemas operativos más allá de Linux.
KX-7000N: IA en el escritorio con NPU dedicada
El KaiXian KX-7000N es el primer procesador de escritorio de Zhaoxin con una unidad de procesamiento neuronal (NPU) integrada, lo que permite ejecutar tareas de IA localmente sin depender de la nube. Aunque no se reveló el número de núcleos, sí se confirmó un salto respecto al KX-7000 original (8 núcleos) y el paso de PCIe 4.0 a 5.0, abriendo el camino a tarjetas gráficas y SSDs de alta velocidad.
Durante la presentación se mostraron demostraciones centradas en reconocimiento facial, mejora de vídeo en tiempo real y tareas de inferencia. Sin embargo, aún no hay benchmarks oficiales ni cifras de consumo, por lo que su rendimiento frente a opciones de Intel o AMD es una incógnita.
Un salto ambicioso, pero aún con incógnitas
Ambos chips parecen basarse en una nueva microarquitectura que apunta a mayor ancho de banda, mejor escalabilidad y una apuesta firme por la IA. Para tener éxito, Zhaoxin tendrá que demostrar compatibilidad con herramientas de desarrollo, sistemas operativos y frameworks de IA, tanto en servidores como en PCs para creadores.
Vía: Guru3D