Intel exige un margen bruto del 50% para todos sus productos futuros, buscando rentabilidad sostenida

Intel exige un margen bruto del 50% para todos sus productos futuros, buscando rentabilidad sostenida

La difícil situación financiera de Intel ha sido una constante en los últimos trimestres, pero la compañía está decidida a revertir el rumbo con una estrategia centrada en la rentabilidad y la disciplina operativa. En la reciente conferencia global de tecnología organizada por Bank of America, la CEO de Intel Products, Michelle Johnston Holthaus (MJH), reveló un cambio de política clave para la empresa: un requisito mínimo del 50% de margen bruto para cualquier nuevo producto antes de que entre en producción.

Rentabilidad como requisito previo para asignar recursos

Según MJH, el CEO de Intel, Lip-Bu Tan, está «totalmente centrado en recuperar los márgenes brutos por encima del 50%». Para la compañía, esto supone abandonar la mentalidad de «construirlo y esperar que el mercado lo acepte«, que tantas pérdidas en I+D generó en el pasado. De ahora en adelante, cada producto que desee ver la luz en Intel deberá demostrar su rentabilidad desde el inicio.

«Es algo que probablemente deberíamos haber tenido antes, pero lo tenemos ahora, y sin ese margen del 50% o más, el producto no avanza. No se asignan ingenieros para ese desarrollo si no cumple esa expectativa«, afirmó MJH durante la conferencia.

Implicaciones para la hoja de ruta de productos

Esta nueva política implica que todos los desarrollos actuales y futuros de Intel estarán sometidos a un análisis de viabilidad económica previo a su aprobación. Proyectos como Panther Lake, el nodo de fabricación 18A HVM, los procesadores Clearwater Forest Xeon y los aceleradores de IA Jaguar Shores deberán cumplir con esta exigente meta de margen bruto.

MJH también destacó la necesidad de mantener una disciplina estricta en la planificación del ciclo de vida del producto. «Creo que todos nuestros productos futuros pueden lograrlo, pero hay que tener mucha disciplina en el ciclo de desarrollo para que desde el primer día estén diseñados para llegar ahí», explicó. Además, enfatizó la importancia de ajustar los gastos operativos (OpEx) y de capital (CapEx) para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.

Un cambio de mentalidad tras años de inversiones arriesgadas

Durante años, Intel apostó por una estrategia de expansión agresiva, intentando entrar en nuevos mercados sin una base financiera sólida. Esto llevó a la empresa a realizar inversiones multimillonarias en I+D que no siempre ofrecieron retorno. Ahora, con el mandato de márgenes brutos superiores al 50%, la compañía se asegura de que cada producto lanzado tenga un impacto positivo y rentable.

El objetivo final de Intel es lograr una rentabilidad sostenida que permita financiar futuras innovaciones y mantener la competitividad frente a rivales como AMD y NVIDIA. Con esta nueva disciplina financiera y técnica, la compañía espera retomar el liderazgo en los próximos años, impulsada por productos que no solo sean tecnológicamente relevantes, sino también económicamente viables.

Vía: TechPowerUp

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