Sony ha publicado su informe financiero correspondiente al periodo que finalizó el pasado 30 de septiembre y su beneficio operativo se redujo un 29% en comparación con el mismo periodo del pasado año.
Sony reportó 263.000 millones de yenes (1.740 millones de dólares) de beneficios, ya que la compañía registró un decepcionante rendimiento en sus divisiones de sensores de imagen y chips. Los ingresos trimestrales ascendieron a 2,8 billones de yenes (18.500 millones de dólares), lo que representa un incremento del 8% en comparación con los valores de 2022.
Los beneficios de los chips se redujeron un 37% debido al incremento de los gastos y a la caída de las ventas de sensores de imagen, mientras que el segmento de Entretenimiento, Tecnología y Servicios también bajó un 9% interanual. En una nota más positiva, Sony vendió 4,9 millones de unidades de PS5 durante el trimestre, lo que supone 1,6 millones de consolas más que hace un año.
Para los que llevan la cuenta, Sony ha vendido más de 46,6 millones de unidades de PS5 desde el lanzamiento de la consola en 2020. Además, el nuevo título Spider-Man 2 vendió unos impresionantes 5 millones de unidades.
Sony tiene un objetivo de ventas de 25 millones de consolas PS5 para finales del presente año, lo que deja 16,8 millones de unidades para los tres meses restantes. Sony lanzó el pasado mes una PS5 Slim rediseñada justo a tiempo para la temporada navideña.
El pronóstico de ventas totales anuales de Sony actualmente es de 12,4 billones de yenes (82.100 millones de dólares), con unas fuertes ventas previstas para sus negocios de videojuegos, música y soluciones de imagen.
Vía: GSMArena