En 2013 se estrenó una entrega que gracias a su extrema brillantez se quedó grabada a fuego en el imaginario de todos los jugadores que la probaron. Estamos hablando de la obra maestra de Naughty Dog: The Last of Us. La compañía norteamericana ya nos había acostumbrado a títulos de una calidad absoluta por aquella época. La mayoría conoceréis la saga Uncharted y a nuestro queridísimo Nathan Drake. Cuando Naugthy Dog anunció su nueva IP, los fans estaban expectantes por ver qué podía lograr la compañía en un contexto post-apocalíptico y mucho más dramático que su saga insignia. Lo que nadie se esperaba era la experiencia tan desgarradora que estaba a punto de aterrizar.
Tras la salida de The Last of Us todo fueron elogios, galardones y oleadas de nuevos seguidores a una compañía que había firmado su entrega más redonda. Lo que hace a The Last of Us diferente de otras entregas de corte post-acopalíptico fue su excelente narrativa. No solo se centró en brindar una jugabilidad exigente con enemigos realistas que nos ponían las cosas difíciles. Los personajes, sus emociones, todo estaba pensado para que nos sintiéramos indefensos ante una abrumadora tormenta de sentimientos llenos de inspiración.
Ahora, tras casi 10 años se ha estrenado The Last of Us Parte I. Entrega que busca cohesionar su estética con la de su segunda parte. The Last of Us Parte II también fue galardonado con el GOTY en 2020. Es cierto que levantó mucha polémica por sus cuestionables decisiones argumentales, no obstante, es otra obra maestra. Una de las entregas más valientes que he tenido el placer de jugar. Su argumento no solo está a la par de su predecesor, sino que se sirve de las mejoras técnicas de la PS4 para potenciar las expresiones faciales y el entorno gráfico general.
La existencia de The Last of Us Parte I tiene por objetivo ser igual de potente que su secuela y así lograr que sean una pareja perfecta a nivel técnico. Sin embargo, aunque existan detractores que nieguen la necesidad de su existencia, ¿merece realmente la pena? Durante este análisis os contaremos cuál ha sido mi experiencia y si sus 80 euros son, o no, un precio desorbitado por lo que se ofrece.
Un icono de la PS3
Ya os he comentado como The Last of Us se convirtió en 2013 en el título de la generación. Es para muchos y muchas el mejor juego que se ha estrenado para la PS3 y eso es decir muchísimo. Recordamos que en esa generación tuvimos excelentes entregas como God of War 3, Uncharted 2, Assassin’s Creed 2, Far Cry 3, entre otros excelentes videojuegos. ¿Por qué se considera entonces a The Last of Us como el mejor título de la PlayStation 3? En mi opinión, como gran fan del título, el motivo está relacionado con su precisión de reloj. The Last of Us es una orquesta, todo funciona de forma melodiosa hasta el mismísimo final. No hay puntos muertos en la trama que desentonen con el ritmo general, personajes que sean olvidables, secuencias de acción que sobren y un largo etc.
El mimo que hay detrás de The Last of Us es apasionante y pocos videojuegos, incluso a día de hoy, han conseguido tal proeza. Ya desde el mismo comienzo de la trama se nos plantea una aventura muy cruel y que prometía dejarnos con la boca abierta. Es una de las mejores introducciones que he vivido en cualquier obra audiovisual. ¿Lo mejor? Que desde ese mismo momento todo va mejorando hasta un clímax poético que dejó perplejo a todo aquel que llego a ese hermoso y trágico final.
No podemos hablar de The Last of Us sin hacer mención a sus impresionantes dos protagonistas: Joel y Ellie. Ellos son la fuerza imparable que elevaron la trama hasta el cielo. Se me ocurren pocas entregas con un dúo tan repleto de conflictos, pero tan necesitados el uno del otro. Es una relación paternofilial como ninguna otra que se haya visto en cualquier videojuego. Tan solo The Walking Dead Season 1 se acerca a lo que te hace sentir The Last of Us. Estamos ante una historia de dos personas cuyos caminos se han cruzado irremediablemente para iluminar una vida sin esperanza.
Por otra parte, la banda sonora también está a un nivel absolutamente brillante. Las melodías compuestas por Gustavo Santaolalla son melancólicas y están repletas de belleza. Acompañan al tono de la obra de una forma magistral y se te quedan para el recuerdo. Si tuviera que escoger algún tema en concreto, ese sería el que se utiliza al final de la historia. Es inevitable sentirse conmovido.
Tras ganar el GOTY, Naugthy Dog se consolidó como la compañía del momento, y es que, con Uncharted ya habían logrado un prestigio absoluto. Además, su obra post-apocalíptica no solo destacaba por su gran jugabilidad y soberbia narrativa, sino que también exprimió la PS3 al máximo. No es equivocado definir a The Last of Us como el título más potente a nivel visual de la consola de Sony. Ningún videojuego llegó a cotas de calidad tan altas a nivel técnico. Los escenarios, la iluminación, los modelados… Todo es preciosista. Es por esto último que mucha gente se pregunta si realmente era necesario sacar el remake. Recalco de nuevo la existencia de la entrega remasterizada para PS4.
Para despejar vuestras dudas, vamos a entrar con las mejoras que nos ofrece The Last of Us Parte I a nivel técnico.
El hito adaptado a los tiempos modernos
The Last of Us Parte I busca elevar aún más la grandeza de la entrega original dotando de un excelente lavado de cara a todo el conjunto técnico. Sinceramente, no esperaba una evolución gráfica tan enorme. Puede que la entrega ya en PS3 se viera increíblemente bien y que con la remasterización en PlayStation 4 se acentuara aún más el nivel técnico. Sin embargo, lo que ha logrado Naughty Dog con este remake es impresionante. No exagero si os digo que he presenciado las mejores animaciones faciales jamás hechas en un videojuego junto a, por supuesto, The Last of Us Parte II.
Gracias a la evolución de las expresiones faciales los sentimientos de los personajes se plasman de una forma mucho más fidedigna. Ahora todo se expresa con mucha más intensidad provocando que el jugador se sienta embriagado por las emociones de los protagonistas. Joel y Ellie expresan una cantidad de matices tan grande que es difícil imaginar el proceso llevado a cabo para elaborar sus personalidades. Ya en la entrega original resultaban dos personajes memorables, pero ahora escalan a un nuevo nivel.
No solo las expresiones faciales han mejorado una barbaridad, absolutamente todo ha sido mejorado a unas cotas elevadísimas. Los escenarios ahora cuentan con muchísimo más detalle y en exteriores con mucha vegetación se nota el gran trabajo que se ha realizado gráficamente. Había quienes comentaban que los escenarios de la entrega original ya estaban lo suficientemente bien hechos como para que al hacer un remake no se notase el cambio. Es cierto que ya en su momento eran impresionantes, pero ahora el progreso gráfico es innegable. La composición es más realista, así como también la gama cromática. Por supuesto, la iluminación ha subido cuatro peldaños, por no hablar de los modelados, distancia de dibujado y un largo etc. Vamos, que a nivel técnico no os vais a sentir decepcionados en absoluto.
Hacer mención a los dos modos que se nos ofrecen para disfrutar de esta experiencia: el Modo Rendimiento y el Modo Realista. El primero nos permite jugar a 60 imágenes por segundo a una resolución de 1440p, mientras que el segundo nos ofrece 30 imágenes por segundo a 4K de resolución. Mi recomendación es que lo juguéis, sin asomo de duda, utilizando el Modo Rendimiento. Experimentar esta aventura con una fluidez que entona con la evolución gráfica es la mejor decisión que podéis tomar. Cierto que a 4K la nitidez provoca que los escenarios sean un poco más impactantes, pero la diferencia no es tan grande (ni mucho menos) como para compensar esa perdida de rendimiento.
Quitando los aspectos a nivel técnico más relevantes, como son la iluminación, modelados, vegetación, texturas, animaciones, etc, me ha encantado el sumo cuidado por los los detalles. The Last of Us Parte I no se contenta con brindarnos un juego adaptado a la PS5, sino que además mejora a su fuente original a nivel artístico. Los escenarios han sido modificados para que sean más coherentes con el contexto de su universo. Ahora todo está más derruido y se nota con mayor peso el transcurrir del tiempo. Estamos ante unos escenarios por los que ha pasado una vida que no recomendamos a nadie.
Otro aspecto que me ha enamorado es la climatología. Por ejemplo, al ser ahora un título con un color más apagado y deprimente, la lluvia, las tormentas, o la nieve, impactan mucho más. Todo respira tristeza, pero también liberación. Explicar la sensación al recorrer los bosques plagados por el sonido de la lluvia es muy complicado. Creo que la mejor forma de expresarlo es que The Last of Us Parte I te transporta a la vida real como si estuvieras allí, perdido, respirando aire puro en un mar de gotas cristalinas.
Escasa evolución a nivel jugable
Más allá del apartado técnico, ¿qué mejoras nos presenta The last of Us Parte I? Naughty Dog nos prometía que este remake no se limitaba simplemente al apartado técnico y que otras muchas mejoras llegarían para mejorar la experiencia de los jugadores. Entre estas mejoras se encuentran: mejoras en la inteligencia artificial tanto enemiga como aliada, un combate más agresivo y directo, una interfaz mejorada, etc. Bien, las promesas han sido cumplidas en parte, pero podrían haber ido más allá.
En primer lugar, entrando con el combate, este funciona muy bien ya que la entrega original ya estaba muy bien orquestada. Sin embargo, no existe evolución alguna en el sistema como tal. Los movimientos de combate cuerpo a cuerpo han mejorado ligeramente gracias a las nuevas animaciones corporales, pero la esencia es la misma. Por otro lado, el sistema de disparos también es el mismo. Lo único que sí mejora con respecto a las sensaciones al disparar es el uso de los gatillos hápticos. Se ha echado en falta más esmero por parte de la desarrolladora para traer las mejoras de The Last of Us Parte II a este remake a nivel jugable. Al título le hubieran sentado genial añadidos como poder tumbarse en el suelo, o esconderse entre la hierba para no ser detectados por nuestros enemigos.
A continuación os dejamos nuestro gameplay jugando a The Last of Us Parte I en el Modo Rendimiento:
Puede que el sistema de combate no haya sido objeto de mejora, pero sí he notado que la inteligencia artificial enemiga ha evolucionado. Los rivales ahora nos flanquean con mayor frecuencia (sobre todo en dificultades más altas) y nos ponen las cosas aún más difíciles. Además, también me he percatado de que se posicionan de una forma más estratégica para que nos sea complicado detectarles si no hacemos uso del modo escucha. Ahora bien, ¿qué hay de la inteligencia artificial aliada? Pues lamentablemente no ha habido cambios reseñables. Es una lastima, ya que al mejorar la IA de los rivales, se destaca aún más la poca utilidad de los aliados que nos acompañan durante el combate. Seguramente os frustren en más de una ocasión.
Es una pena que no haya habido un trabajo más grande para mejorar la jugabilidad. Estamos hablando de un precio fijado en 80 euros, algo que ha molestado a los seguidores de la entrega. A nivel técnico sí está a la altura de lo esperado, y con creces, pero a nivel jugable le ha faltado ir dos pasos más allá. Eso sí, recalco que el sistema de combate y el gun play en el título original eran muy buenos y por suerte eso juega a su favor. Además, no se puede pasar por alto que ahora todo es más exigente con unos enemigos más resolutivos e inteligentes.
Conclusiones
The Last of Us Parte I es una oportunidad perfecta para que nuevos jugadores que no experimentaron la entrega original en su momento puedan hacerlo. Considero que es precisamente este hecho el que justifica absolutamente la existencia de este remake. Es cierto que las mejoras jugables son escasas y que el diseño de niveles no está a la altura de lo que ya solemos acostumbrar a día de hoy. No obstante, el lavado de cara es maravilloso y te deja estupefacto con unos escenarios llenos de belleza por los que el paso del tiempo y una terrible pandemia han hecho estragos.
Es entendible que por su elevado precio existan críticas alrededor de las intenciones de Naughty Dog. ¿Han realizado esta nueva versión solo para ganar más dinero? Es posible, al final son una empresa y esto es un negocio. Lo que sí puedo afirmar es que merece la pena volver a revivir una historia llena de matices, tan dura y realista, con las mejoras técnicas que gozamos actualmente. Aún sigo atónito con algunas secuencias que, gracias a las mejoradas expresiones faciales, se te quedan grabadas con mayor intensidad en el corazón.
También hay que tener en cuenta todos los extras que se han incluido como la galería de arte, los modelos de personaje, nuevas vestimentas, etc. Todo ello disponible desde el menú principal, eso sí, no desde el principio. Tendréis que adquirir puntos jugando al título para ir desbloqueando todos estos añadidos. Además, no podemos olvidar al DLC Left Behind que nos cuenta a modo de precuela una pequeña parte de la vida de Ellie. Muy interesante y emotiva.
Por lo tanto, ¿merece la pena y es necesaria la existencia de The Last of Us Parte I? Para mí sí que lo es. Es un lujo disfrutar de una experiencia que impactó hace una década a tantísimas personas con esta belleza visual. Si el precio no os convence, esperad a que se rebaje un poco. No hay muchas entregas que os harán vivir tantas emociones acompañados de dos de los mejores protagonistas que nos ha otorgado la industria.
Agradecemos a Sony la confianza depositada en nosotros al cedernos The Last of Us Parte I para su análisis.
Fanáticos del Hardware otorga la medalla de ORO a The Last of Us Parte I
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