Comprar un monitor de pantalla táctil es una gran opción para trabajar de manera cómoda y ágil con los dedos o un lápiz óptico, especialmente para actividades creativas y profesionales. Hannspree te da algunas razones por las que deberías considerar adquirir un dispositivo con pantalla táctil.
Ahorra espacio
Un monitor tradicional generalmente requiere del uso de un teclado y un ratón, mientras que un monitor de pantalla táctil no. Por tanto, supone un ahorro del espacio en casa, en la oficina o dónde sea que se utilice. En el caso de los lugares de trabajo congestionados o estrechos, un monitor de estas características puede convertirse en una herramienta de uso versátil y adaptable.
Nuevas opciones de control
La pantalla táctil aporta nuevas opciones de control que no son posibles con un monitor convencional. Por ejemplo, puedes ampliar fácilmente la pantalla al pellizcarla con los dedos, igual que harías en una tablet o un smartphone. Por supuesto, también puedes hacerlo con un teclado y un ratón, pero se trata de una función muy ágil, y esa es solo una de las muchas opciones de control que ofrece.
Más usabilidad en movimiento
Un monitor de pantalla táctil es muy útil para llevárselo de viaje, ya sea por negocios o por placer. Su portabilidad es un punto fuerte que conviene valorar, ya que es posible conectarlo a un ordenador portátil con un solo cable USB, eliminando por completo la necesidad de cables adicionales y una fuente de alimentación.
Admite teclado y ratón
Tienes la opción puramente táctil sin renunciar a la opción de utilizar un teclado y un ratón. Hay tareas específicas que podrían ser más cómodas de realizar con estos periféricos, con lo cual la posibilidad está ahí. En conjunto, un monitor con pantalla táctil se siente como una inversión inteligente para cualquier usuario que busque optimizar sus opciones, el espacio y su comodidad.