La gente de todo el mundo se está aclimatando a la «nueva» normalidad, en la que la vida diaria ha sido significativamente alterada. Las organizaciones están evaluando el impacto en sus resultados y en la fuerza laboral, pero también en cómo satisfacer las necesidades de sus clientes haciendo un balance de las lecciones aprendidas: «¿Dónde fuimos vulnerables?», «¿dónde pudimos hacer las cosas más rápido, hacer más con menos, colaborar mejor?». La recuperación no se trata solo de adaptarse a los cambios a corto plazo provocados por la pandemia, sino de identificar las oportunidades para emerger más fuertes y resilientes para el futuro.
Las compañías españolas tienen claro que para crecer y ser competitivas, en cualquier contexto, deben innovar en sus modelos de negocio e impulsar su digitalización. Tal y como recoge el estudio de Workday “Agilidad organizacional a escala: la clave para impulsar el crecimiento digital”, el 77% de los encuestados en España indica que ha hecho “un progreso significativo” a la hora de transformarse para crear un portfolio de productos y servicios digitales, pero todavía encuentran barreras para crecer.
Este estudio recoge la opinión de casi 1.000 directivos de Asia, Europa y América del Norte, poniendo el foco en cómo las organizaciones pueden traducir sus inversiones en transformación digital en los resultados adecuados. Los datos muestran una gran correlación entre el crecimiento de los ingresos digitales y la agilidad organizacional, un conjunto de comportamientos que permite a los líderes impulsar el crecimiento de dichos ingresos para que la transformación digital pase de ser algo puntual a una nueva y continua forma de operar.
Según los datos recabados, solo 3 de cada 10 organizaciones españolas esperan que, al menos, la mitad de sus beneficios sean digitales para 2020, lo que sitúa al país en penúltima posición —por delante de Japón—. A pesar de ello, el 73% de los participantes está de acuerdo en que una parte significativa de sus ingresos digitales provienen de fuentes de ingresos tradicionales. La transformación digital se está logrando, aunque no al mismo ritmo que en otros países europeos como Francia, Alemania o Reino Unido.
Barreras para el crecimiento digital
A pesar de este progreso, la ciberseguridad u otras cuestiones de privacidad (42%), las tecnologías heredadas (36%) y el miedo al riesgo (33%) todavía suponen una barrera a la hora de impulsar las oportunidades de crecimiento digital para los líderes empresariales españoles.
Para superar estas barreras, el 83% de los encuestados mide el éxito o el fracaso de sus inversiones digitales como parte de su cultura de aprendizaje y mejora continua. Además, el 84% reconoce que la agilidad es un elemento clave en su estrategia de crecimiento y el 68% se considera a sí mismo como un disruptor o innovador dentro de la industria.
Los resultados extraídos de la investigación determinan que hay cinco características que toda organización ágil debe implementar:
- Incorporar la planificación continua. Las organizaciones pueden planificar de forma dinámica y responder rápidamente a las cambiantes condiciones del mercado y a potenciales amenazas para el negocio. En este sentido, solo el 21% de los participantes españoles considera que sus procesos de planificación les permiten reaccionar con agilidad y velocidad.
- Crear estructuras y procesos fluidos. Las compañías pueden construir estructuras y procesos flexibles para adaptarse a los cambios, incluyendo la implantación de sistemas que les permitan detectar las carencias en las habilidades de sus equipos. Respecto a esto, la cultura organizacional burocrática (35%) y las tecnologías heredadas poco flexibles (28%) fueron identificadas en el estudio como las principales barreras para adoptar esta capacidad dinámica.
- Capacitar a los equipos. Debido a la incertidumbre que viven los mercados, la mejora de la capacitación es esencial. Tanto es así que el 78% de los encuestados cree que necesita que más de la mitad de su plantilla adquiera nuevas habilidades para competir en el mundo laboral en los próximos 5 años. Las capacidades más demandadas son el uso de nuevas herramientas y tecnologías (44%) junto a una mentalidad empresarial que haga posible nuevos modelos de ingresos (41%).
- Empoderar a los empleados para que tomen decisiones. Las organizaciones que proporcionan a los empleados la información correcta en el momento justo para tomar las mejores decisiones de negocio son las que tienen éxito. El 58% de los encuestados en España asegura que sus equipos tienen una cierta accesibilidad a los datos, pero que aún trabajan en silos dentro de equipos funcionales o desactualizados.
- Adoptar la medición y el control. 8 de cada 10 compañías cuentan con métodos de medición y control sólidos y precisos para comprender si un nuevo producto o servicio está funcionando bien o no. A pesar de ello, según el estudio de Workday, el 68% de los líderes empresariales en España afirma que los KPIs de su organización no son un reflejo de la era digital en la que ahora operan.
“La agilidad es el futuro”, señala Adolfo Pellicer, Country Manager de Workday en España y Portugal. “En tiempos de cambio, las decisiones deben tomarse rápidamente en todos los niveles de la organización. La tecnología juega un rol crítico para ayudar a las empresas a ser más ágiles, pero no solo se trata de un cambio en cómo las compañías innovan en nuevos productos y servicios: se trata de tener una visión holística de la agilidad y proveer a los empleados de las capacidades y herramientas que les permitan pensar y actuar de manera eficaz. Para aquellos que todavía están poniéndose al día: aún hay opciones, pero el tiempo corre en su contra”, añade.